sábado, 31 de marzo de 2012 0 comentarios

Daniel Defoe, autor de "Robinson Crusoe"

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Robinson Crusoe. Oteando el horizonte.

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Charles Nordhoff y James Hall, autores de "El Motín de la Bounty"


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El Motín de la Bounty. Abandonados a su suerte.

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Hermann Neville, autor de "Moby Dick"

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Moby Dick. El ataque de la ballena.


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La Triada imprescindible

Dentro de las bibliotecas formadas por los aficionados a la mar, a sus hombres y sus historias, creo que no deberían faltar, tres obras, que aparte de amenas e interesantes, su fundamento es que están basadas en hechos reales, o sea, que escritores de gran prestigio hoy día, conocieron la verdad de la historia y la plasmaron novelándola en libros que en algunos casos las sitúan como las verdaderas y mas importantes novelas de aventuras por detrás, claro está, de la mayor de todos los tiempos, “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”.

Es mi opinión, y no consejo (los consejos se dicen para que nadie les haga caso, mientras que la opinión  permanece), que estas tres obras que me permito el  atrevimiento de citar, deberían estar en todas la bibliotecas de los amantes de la mar,  (tanto chicos como grandes), como ya he dicho antes … y que me disculpen Jack London, Patrich O´Brian y otros muchos mas.

Y como ya no quiero hacer el cuento muy largo, vamos a comenzar por las aventuras y desventuras de Alexandre Selkirk.

Nace este personaje, allá por el año de 1676 en una pequeña aldea del condado de Fife en Escocia, dentro del seno de una humilde familia presbiteriana, estando imbuido de un gran espíritu religioso, aunque en contraposición era amigo de correrías y pendencias.

Su carácter aventurero y la férrea disciplina a que lo tenia sometida su familia, llevó al joven Selcraig ( pues ese era su verdadero apellido) a embarcarse pronto y abandonar la casa de sus mayores en pos de aventuras y fortuna. Pero fue su carácter el que finalmente dominando su vida, lo llevo hasta una isla del archipiélago de Juan Fernández, donde comenzó la que seria su máxima y trágica aventura.

No se ponen de acuerdo los historiadores, de cómo fue la cosa, pues mientras unos dicen que ocurrió durante una aguada que estaban efectuando para su barco, fueron atacados por un buque corsario, por lo que tuvieron que huir precipitadamente dejando en la isla a cinco marineros. Mas tarde, y partiendo desde el puerto de El Callao, volvieron a por ellos, pero debido a la férrea disciplina que en aquella época se imponía en los buques, tanto mercantes como de las Armadas, nuestro protagonista deserto de sus obligaciones y se escondió en la isla hasta que el navío zarpo, dejándolo en tierra.

Otros historiadores, relatan este pasaje de la vida de Alexandre, basándose en su carácter pendenciero, sus andanzas y sobre todo en el informe del Diario de a Bordo del Capitán Woodes Rogers, que procedente de Bristol, llegó a ese archipiélago al mando de una expedición compuesta por los buques “Duke” y “Duchess”. En dicho diario y correspondiente al día 31 de Enero de 1709,  el Capitán escribe…”Esta mañana a las 07-00 horas, hemos llegado a la Isla de Juan Fernández. Nuestra pinaza a su regreso, trae junto con el agua y una gran cantidad de langostas, a un hombre vestido con pieles de cabra, que tiene mas aspecto selvático que sus primitivas propietarias”.

Parece ser, que nuestro personaje, pertenecía a la tripulación del buque “Cinque Ports”, pero como pronto se peleó con todos sus superiores, por las injusticias manifiestas que se cometían en el barco,  el capitán determinó abandonarlo a su suerte en la isla, con tan solo su Biblia, un fusil, un poco de tabaco, el cofre de ropa, un hacha, una libra de pólvora y algunos utensilios, quedando abandonado desde el verano de 1704 hasta que fue rescatado por el Capitán Rogers cinco años mas tarde.

Cuando volvió a Londres, en el “Duke”, vivió como un príncipe contando sus peripecias, las cuales llegaron a oídos del escritor Daniel Defoe, que le sirvió basándose en ellas, para escribir una gran novela de aventuras que se publicó en el año 1719 con el título de “ROBINSÓN CRUSOE”.

NOTA INFORMÁTICA: El Archipiélago de “Juan Fernández”, descubierto en el año 1583, por el navegante español del mismo nombre, pertenecen hoy día a Chile, y se encuentran situadas a 300 millas náuticas de la bahia de Valparaíso. Consta de tres islas cuyos nombres son: “Rrobinsón Crusoe”, “Alejandro Selkirk” y “Santa Clara”.

El segundo personaje de nuestro artículo es el navegante inglés William Bligh. Nace en Tyntan en 1754 y muere en Londres en 1817. Acompaño al Capitán  Cook en su segundo viaje (1772-1774). Mas tarde, en 1787, el Almirantazgo Inglés le confía el mando de la  “H.M.S.Bounty” con las órdenes, de  zarpar del puerto de Spithead para dirigirse  a Tahití en busca  del árbol del pan, con el fin llevarlos a las Indias Occidentales, para alimento de esclavos.

Fue tal su severidad, rayando en lo despótico, lo que provocó el amotinamiento de gran parte de la tripulación, que bajo el mando de su contramaestre Christian Fletcher, lo tomó prisionero, siendo abandonado, junto con 18 marineros que le permanecieron leales, en una lancha sin armas y con pocos víveres.

Lo sorprendente de esta historia, es que Bligh  consiguió llevar a sus hombres hasta Timor, a 4.000 millas náuticas de distancia, efectuando un sorprendente viaje, que aún hoy despierta admiración y lo acredita como un gran navegante y duro marino.

En el año 1805 William Bligh fue nombrado gobernador de Nueva Gales del Sur, pero de nuevo su carácter motivó la sublevación de los colonos en el año 1808, que lo tuvieron prisionero hasta 1810, año que al lograr su libertad volvió a Londres, alcanzando en 1811 el grado de Almirante

Por su parte Christian Fletcher, después de dejar en Tahití a la mayoría de la tripulación sublevada y con solo  6 hombres y 12 mujeres, se dirigió en la “H.M.S.Bounty” hacia la isla de Pirtcain, que si bien había sido descubierta por Charteret en 1767, se encontraba totalmente desabitada, en donde pretendieron organizar una nueva vida.

NOTA INFORMÁTICA: H.M.S. es la abreviatura oficial de  “ His Mayestys Ship”, y que significa “Buque de su Majestad”, y que por tradición antecede a todos los nombres de los buques de la Armada Británica.

Años mas tarde, cuando el buque norteamericano  “USS.Topaz”, avistó la isla creyendo hacer un descubrimiento, se encontró con 8 ó 9 mujeres algunos jóvenes y tan solo un superviviente de aquella tragedia, Alexander Smity, que se hacia pasar por John Adams.

NOTA INFORMÁTICA: U.S.S. es la abreviatura oficial de “United States Ship”,  que significa “Buque de los Estados Unidos”, y que por tradición (copiada de los ingleses), antecede al nombre de todos los barcos norteamericanos de la Armada de los EE.UU.

Toda esta historia, que aparece en las memorias de Sir John Barrow fue novelada por Ch. Nordhoff  y  J.N. Hall, en una gran obra, que bajo el título de “LA TRILOGÍA DE LA BOUNTY”,  se compone de tres libros titulados “Rebelión a bordo”, “Hombres contra el mar” y “La Isla de Pirtcain”.

Por último, tenemos la historia protagonizada por el  barco ballenero “Essex”, que en el mes de Agosto de 1819, zarpó de su puerto base de Nantucket, en la costa Este de Estados Unidos, como principio de un viaje de  dos años, para poder volver con sus bodegas llenas del precioso cargamento que era el aceite. Su capitán, George Pollard, Jr. no era consciente de la aventura que el destino le tenia preparada.

El 20 de Noviembre de 1920, cuando el “Essex”, se encontraba en el Pacífico, a 1500 millas náuticas al Oeste de las Islas Galápagos y a tan solo 40 millas al Sur del Ecuador., Alrededor de las 08-00 h. de una luminosa mañana, los vigías vieron  varios “chorros”.  Los guardianes del barco aproaron al “Essex” en dirección al viento y con la gavia en facha, se arriaron los tres botes a la mar para darles caza. Los botes iban mandados por Pollard, (Capitán),  Owen Chase ( 1er. oficial)  y Matthew Joy  (2ª oficial). Y ahí amigos comenzaron sus desventuras. Chase y Joy, consiguieron capturas, pero uno de los cachalotes, pues era una manada de ellos y no de ballenas, posiblemente el mas grande, pues los testigos afirmaron que con sus 26 metros de envergadura, sus 5 metros de quijada, sus 6 metros de anchura de cola y sus 80 toneladas de desplazamiento se dirigió con inusitada violencia hasta el “Essex”, al que de varias embestidas consiguió rendir, hundiéndose mas tarde..

A partir de aquí comenzó la verdadera tragedia, pues por miedo a las tribus caníbales que creían existían en islas del Pacífico, decidieron dirigirse e intentar llegar a las costas de Chile. La travesía duró tres meses, pero el hambre y la sed, les llevó a actos de canibalismo como medio de subsistencia, a los que se vieron abocados los pocos supervivientes de la desafortunada tripulación del “Essex”

Al bote de Chase, lo rescató de la mar el barco de matrícula de Londres llamado “Indian”.
Al bote de Pollar lo rescató el barco “Dauphin” bajo el mando del capitán Zimri Coffin, quien días mas después los dejaba sanos y salvos en  Valparaíso.

Hubo otros muchos casos de “ataques” de cachalotes a barcos, como pudo ser el sufrido por el ballenero de New Bedford,  “Ann Alexander” en Agosto de 1851, bajo el mando del capitán John De-Blois, o el “Lydia”, ballenero de Nantucket, atacado y hundido por un cachalote en 1836, o el “Pocahontas” en 1850, aunque este pudo llegar a puerto donde fue reparado.

Toda esta tragedia, fue en su día conocida por el escritor norteamericano Hermann Melville , que basándose en ella escribió la novela, que los americanos tienen como una de las mas importante de su literatura,  “MOBY DICK”.

Sobre este tema y como un verdadero trabajo de investigación esta el libro de Nathaniel Philbrick titulado “EN EL CORAZÓN DEL MAR”.

Una lucha a vida o muerte en el Océano, nos demuestra la mayoría de las veces que por mucha imaginación que pongamos para crear una ficción, la realidad puede superarla con creces la mayoría de las veces.


Y esto es todo amigos orienteadictos. Espero que este artículo os haya entretenido, y sobre todo os mueva a conseguir estas tres novelas (aprovechad y pedírselas a los Reyes Magos de Oriente),  de las que estoy seguro , su lectura os hará pasar unos momentos de lo mas placenteros, al mismo tiempo que os introducirá en la comprensión de todos aquellos que dedicando su vida a la mar, conectaron culturas y consiguieron riquezas que nos han llevado a esta vida  que hoy disfrutamos y, que siendo cada vez  mas cómoda y agradable, no debemos olvidar que muchos sufrimientos e incluso vidas quedaron en las estelas de sus navíos,  para llegar a el lugar histórico en donde ahora nos encontramos.

                                               
                                                                     Como siempre, con todo mi cariño.

  
                                                                                 Fernando Suárez Cué
                                                                     Barcelona, a  23 de Diciembre de 2002







jueves, 8 de marzo de 2012 0 comentarios

La lancha "Sisina" con Machi y Tisto barada en la Ria.

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Por desgracia, no todos somos así

¡Ye verdad! Por desgracia, son ya pocos los marineros y patrones de nuestra vieja flota de pesca, que nos quedan en este Llanes, de nuestras ilusiones y  alegrías (las tristezas ni nombrarlas).

Formando parte de este selecto grupo – y repito, selecto grupo – se encuentran dos personajes que tuvieron la rara habilidad, que después de formar sociedad en varias empresas como copropietarios de distintas embarcaciones, se separaron - al tomar cada uno su propio camino -  pero conservando una amistad, que no solo viene desde antiguo, sino que conociéndoles a “ambos dos” es seguro que perdurará ya para siempre.

Tuve la oportunidad de mantener una reunión con ellos en mi ultima visita a la Villa, (por cierto acompañados por Monseñor)... ¿Qué quien es Monseñor? ...  ¡Amigos míos eso hay que preguntarlo al Vaticano!, o a Pacoché que igual lo sabe.

Como decía, da gusto verlos como se tratan, con que respeto se hablan ( o discuten), y que saque tienen los dos, que …  ¡Eso también hay que velo!. ¡Vaya dos limas!

Me estoy refiriendo a Dn. Francisco Herrero Melijosa – TISTO – y a Dn. Antonio Batalla Díaz – MACHI -  y no digo para los amigos, porque… TISTO será TISTO y MACHI será MACHI…,  aunque se junten los cielos con la tierra, y la Punta dell Guruñu” mire al Sur.

Pertenecientes  a “antigüisimas” familias de pescadores llaniscos, fueron protagonistas de tales trabajos y aventuras que si la todopoderosa Industria Cinematográfica Norteamericana, lo relatara en cualquiera de sus películas de aventuras, diríamos   ¡Que exagerados son! En fin, que a su lado, “La Tormenta perfecta” quedaría en una resaquina en el Sablín….  ¡Me he pasado. Soy consciente de que me he pasado!

Por parte de TISTO, la historia podríamos comenzarla en el abuelo, Francisco Herrero, que siendo sacristán dio nombre a las familia – “Los Sacristanes” –, y por parte de la madre la inolvidable Josefa Melijosa, y que del padre Nicolás Melijosa recibieron el nombre de “Los Parrau”, quizá debido a que este gran pescador, se pasaba la vida mas en la Mar que en tierra. Pero en fin,  son y serán siempre “Los Herrero”.

Por parte de MACHI, su abuelo Manuel Batalla (Jani), procedía de la encantadora Villa de Tazones, en el Centro de la Costa Asturiana. Su madre, la querida Esperanza Díaz, era oriunda de Benia (Onís) y  llamaban a su familia “Los Camará”, por Ramón Batalla (Camará).

Hasta aquí creo que voy bien, de no ser así, ruego se me corrija lo antes posible, para que no se nos enrede el arpeu.

Aunque es muy difícil relatar los hechos de nuestros protagonistas, pues se amontonan uno tras otro, podríamos decir, que comienza toda esta patota en la barquilla de Manolo “El Garbanzu”, suegro de Machi.

Mas tarde, forman una sociedad, y se embarcan (nunca mejor dicho), en la compra de una lancha en San Vicente, de nombre “Corazón de María”, para tras unos años de faenas y trabajos, venderla, con el fin de poder comprarle al Sr, Valle, una lancha de su propiedad llamada “Sisina”. No le cambian el nombre, pues para Valle, dicho nombre estaba lleno de recuerdos e ilusiones pues era el de su hija.

Años después arman la embarcación “Virgen de Guía”, siendo esta la última que compartieron en propiedad como socios, pues ahí fue cuando deshicieron la sociedad, quedándose Machi con la lancha, mientras Tisto compraba la “Cinco Hermanos. Mas tarde, Machi vendería la “Virgen de Guía” para comprar una preciosa lancha, a la que  para hacer honor a su nombre la llamarían “La Guapa”.

Y ahora es cuando nos podemos encontrar en un verdadero lío, para contar las aventuras y situaciones en las, que a lo largo de la vida, se encontrarían nuestros dos protagonistas, ya que sus correrías, nos podrían llevar a “cienes y cienes” de relatos, que tuvieron como único  objetivo el de formar y levantar a sus familias, para llegar al final de sus vidas profesionales, a una merecidísima jubilación rodeados de sus seres mas queridos.

Pero… ¡Ojito con el aparejo! … Aunque el mérito se les atribuye solo a ellos, y aunque bien es verdad que en la mayoría de los casos tuvieron suerte … tuvieron la suerte del trabajador, o sea, que cuando la suerte tropieza con uno, te tiene que encontrar trabajando, sino … ¡Agua de castañas!. En esta vida, si te quedas en casa, nadie te va a traer nada, ¡Hay que zarpar a por ello!

Y repito tuvieron la suerte, de que en la singladura de la vida, estuvieran acompañados, aconsejados y cuidados por Paquita y Yoyi, que luchando codo a codo siempre a su lado, no dejaron ni por un momento en alentarlos para conseguir los objetivos que se propusieron, y sobre todo aguantarles, porque admirados Machi y Tisto,... ¡Bastante tuvieron y tienen que aguantaros! …¿O no amigos?

Iban a por todas, como cuando fueron a Santa Clara, Garbanzu, Machi, Tisto y Tin-Tan (padre de este último). Machi llevaba, lo que los técnicos en medicina popular denominan unas “anginas de caballo”, y estuvo aguantando en la lastra, hasta que lo recogió un bote de Cué y llevándolo hasta la Villa, lo mando a casa. Cuando llegó, el termómetro que le pusieron pego un salto hasta los 41º de temperatura. …¡Y el hombre a percebes!.

Pero no escarmienta, y junto a Pitito, y Tisto, sale a la mar y durante cinco días se dedican a recoger percebes, repartiendo este tiempo en , 3 días en La Aguada, 1 día en Satiuste y el último en Ballota, consiguiendo en total 900 Kg. ¡Es verdad!. No quito ni 100 gr.

En esos días, en Llanes, el percebe se pagaba 7  Ptas/Kg., pero como sabían que en Torrelavega se llagaban a pagar hasta 17 Ptas./Kg., para allá marcho el bueno de Machi, con 190 Kg. para ver si los vendía en esa ciudad cántabra.

Cuando Tisto y Pitito, lo fueron a buscar, lo encontraron sentado el la Rambla de la Dársena, loco de alegría por haberlos vendido todos. Llevaba casi dos días sin probar bocado y con solo dos “blancos” en el estómago, ya que entre la preocupación por venderlos, y la alegría por haberlo conseguido, se había olvidado hasta de comer.

El verdadero terror de Machi, eran los oricios.
Eso fue debido a que una vez se juntaron Careto, Pura, Yoyi y Machi, y marcharon andando hacia Torimbia a oricios, que por lo visto los tenían ya vendidos a Ángeles “La Carrilana”.
Cogieron 300 Kg. de ellos, repartidos en 6 sacos de unos 50 Kg. cada uno. Agarran los hombres los sacos, y al hombro – con todo lo que suponen las púas del bicho – empiezan a subir desde la playa a la plana de arriba, y desde allí, andando hasta Posada, donde cogieron un mercancías hasta Llanes, encontrándose cuando llegaron, que ya no los querían. ¡Cruz y raya! …Dijo Machi. Y desde entonces no volvió jamás a oricios.

De nuevo Tisto y Machi, junto con Paquita y Yoyi, marchan un día a las 8 de la mañana con la barquilla del suegro de Machi a la Barra a por ocle. Tisto y Machi cargaban la barquilla y la descargaban en “El Manolito”, desde las dos mujeres y Garbanzu, lo subían hasta “La Barra”.
Asi estuvieron hasta bien entrada la tarde, en que volvieron a casa a cenar, para regresar de nuevo a la faena a las 9 de la noche.
Cerca de la 1 de la madrugada, Tisto que como gran observador, no perdía de vista la mar, ve la ocasión, y propone ir a percebes. Machi rápidamente se apunta, y con dos bocadillos y una botella de agua, se ponen a los remos y boga que te boga, se van hasta La Aguada (10 millas), adonde llegan hacia las 7,30 de la mañana. Levantaron 130 Kg. de percebes, y otra vez de vuelta a casa bogando hasta Llanes.

Y es que esta pareja no perdía pistonada. La cosa era llevar “perras p´a casa”.

Y es, como dije antes,  iban a por todas, como cuando se encontraron en “La Cueva del Chano”, con tan solo 30 Kg. de percebes, y la mar rompiendo en “La Plancha” y ellos aguantando, que en casa se necesitaba. …¡Y habrá personas que no lo crean!. Pero fue verdad.
Y es que se podía hacer, ya que Tisto siempre iba con  tiempo suficiente, lo que le permitía indagar  y estudiar zonas y profundidades, en las que mas tarde probaba fortuna, tanto a mano como con aparejos. El resultado de estos estudios y análisis, era que la “suerte” le sonreía la mayoría de las veces a él y a los que le acompañaban.

Como cuando fueron a “El Burru”, al W de “Peña Quinera”, y a N-S con “Las Palomas” . Por cierto las llamaban así, porque desde la Mar cuando soplaba el “Bufón de Satiuste”, el roción que salía parecía una bandada de estas aves.
Pues como iba diciendo, Allí encontraron un bajo al que Tisto ya le tenía echado el ojo por haberlo estudiado con anterioridad, y que a bajamar y con agua clara se ve a simple vista, y largaron una andanada de cestas. El resultado fue una buena marea de langostas, de entre 3 y 4 Kg. cada una, dando las mayores de todas 5,5 Kg. Eran – como aun dice Machi – langostas “tiñosas”, o vieyas,  que p´al casu ye  lo mismu.

Pero los que traían a mal traer a nuestros amigos, eran los percebes .A eso si
No se porque, una vez entraron en San Antonio, probablemente, porque vieron el mal semblante que empezaba a tener el ambiente, así que como os digo,  vararon y se dirigieron andando hasta el pueblo, en donde al llegar y pasar por delante de la Iglesia, se les dirige Pitito, que iba con ellos, y muy ofendido les dice… ¡Una señora me ha dado una perrona! …¿Pero que se ha creído, que soy un “mangante”?. Y es que la pinta que debían de llevar todos ellos, debía de ser pistonuda.

No se puede decir que fueran supersticiosos, pero... “como haberlas ahílas”...  en sus lanchas jamás entraron, ni un paraguas, ni unas madreñas, ni mucho menos un tenedor.

Por cierto, y como anécdota voy a contaros, que Adolfo “El Buzu”, casi deja sin ellos a la familia, porque su mujer Ángeles “La Marigorda”, le ponía un tenedor en el balde, y en cuanto Adolfo lo abría para sacar la comida y veía el tenedor, no lo pensaba ni por un momento …¡El tenedor a la Mar!.

Pero lo más terrible para ellos,  era el chiflar. Decían que llamaba al viento. Aunque Tisto, gobernando en la caseta y cuando nadie lo veía, como era muy provocón, se ponía a chiflar, mientras pensaba… ¡Sopla, sopla! A ver quien tiene más... riñones.

¿Cuántas veces caería Machi a la Mar? ¡Vete A saber!.  Y es que no “paraba quietu”.
Pescando “pixines”, y con toda la cubierta manchada por la sangre de estos peces, ya de regreso, coge el caldero para baldear la cubierta y lo larga por encima de la borda para llenarlo de agua. Como había marejada, la lancha da un guiño, Machi resbala y allá va, de cabeza a la Mal caldero y con la ropa de agua, zamarra y botas.
Menos mal que lo vio “Tazón” y maniobrando la lancha, lo sacan por la popa con el bicheru. Doloridos los brazos, empapado y con el susto en el cuerpo porque se habia visto embicherado como un “pixín”.

Otra vez, aguantando en la Mar a la “Sisina por la proa para no golpear con otra lancha, le resbala la mano y… ¡A la Mar! Tisto desde la popa que lo ve, le dice… ¡Ya no te aguanto mas, me voy para casa!... ¡Sígueme nadando si quieres!... Y es que alguien debía de estar ya  hasta el gorro.

Pero ahora, la que yo creo la mas gorda y al mismo tiempo mas curiosa, fue la que le ocurrió una noche de puro invierno, en la que se encontraba pescando angulas en la escalera que hay en el puente al lado del Bar  “El Muelle”.
Cuando más aficionado estaba Machi a lo suyo, le dan un golpe, y allá va, a la Ría de cabeza, él, el caldero, el cedazo y la luz. Sale nadando, creyendo que alguien le ha dado con un “morrillu”, pero cual seria su sorpresa, al darse cuenta que a su lado esta nadando un “gochu”. ¿Qué había pasado? Pues algo tan simple como que Pepe “El Gocheru”, estaba cargando una serie de estos animales en un camión para llevárselos, cuando uno de ellos se escapó, largó escaleras abajo, y fue a parar,  junto a los huesos del bueno de Machi en la Ría.
Por cierto, las angulas, allá por los años 40, se pagaban con la suculenta cantidad de 50 Ptas. cada kilo.

¡Vaya par de dos! Que andaban a zulemas y se las entregaban a Paquita y a Yoyi, que las vendían por las aldeas como si fueran besugos… ¡Un poquitín raros… Pero besugos! De milagro no fueron a parar al cuartón, porque si los enganchan los aldeanos… ¿Para que queremos mas!

Y que puedo contar más, si seria como para escribir un libro serio e importante del que yo, en particular,  no me encuentro capaz. Lo mejor es estar con ellos y escucharlos, oírles contar con todo cariño, humor y una cierta nostalgia, todas las vicisitudes que la vida les deparó para llevar adelante la formación de dos familias, siempre luchando contra la vida - en realidad como todos nosotros - ,  pero sintiendo en lo mas hondo de sus almas que...” ni el viento ni las olas, ni el mar salobre, conmoverán mi barco forrado en cobre”.


                                             
                                                                        Barcelona, en el Día de la Santina de 2002

                                                                                          Fernando Suárez Cué



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Llanes. Atlas de Pedro Texeira en 1622

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Ravadesella. Atlas de Pedro Texeira en 1622

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E Rey Planeta

“Descripción de España y de las costas y puertos de sus reynos. Al muy católico y muy poderoso rey don Felipe IIII. Nuestro Señor. Por don Pedro Texeira Albernas. Cavallero del ábito de Christo. Año 1634”
Este es el título de la obra que elaboró el cartógrafo y matemático portugués D. Pedro Texeira, por encargo personal del rey Felipe IV, al que llamaban  “Rey Planeta”.
Pero comencemos la historia, pero solo en la parte que nos interesa y lo más corta posible.
Nace Pedro Texeira  Albernaz, en Lisboa en el año de 1595, falleciendo en Madrid en el 1662, perteneciente a una ilustre familia de cartógrafos lusitanos, siendo nieto de Dn. Juan Texeira, Canciller Mayor del Reino de Portugal, e hijo de Dn. Luis Texeira, Cosmógrafo Mayor del reino luso.
Su primer trabajo para la corona española, y junto a su hermano Joâo consistió en la delineación de los mapas que daban cuenta de del descubrimiento de los estrechos de Magallanes y San Vicente, en el extremo meridional del continente americano, por orden expresa del Consejo de Indias y de la Junta de Guerra.
En el año de 1621, le viene un precipitado encargo, a través de su relación con su compatriota el cosmógrafo Joâo-Baptista Lavanha, de la confección y levantamiento, de una Descripción General de España, incluido el interior de la Península, aunque esta segunda parte fue abandonada en su momento, sin que por ahora se sepan las causas que lo motivaron.
Queda por tanto las costas, incluidas las de Portugal, pues se encontraban unidas las dos coronas, bajo el poder de Felipe IV, concediéndose por este trabajo la cantidad de 30 ducados mensuales por parte del Rey.
Durante más de una década, entre 1622 y 1634, en el campo de La Península y en su estudio madrileño, Pedro Teixeira, estuvo embarcado en la fascinante tarea de componer esta obra para el Rey de las Españas, que comienza en el rio Vidacya (Bidasoa), y siguiendo el movimiento contrario a las agujas de un reloj, termina en el Cabo de Crevs (Creus).
Nos encontramos ya a nuestro protagonista el 12 de septiembre de 1622 en Fuenterrabía (Guipúzcoa), desde donde una vez acabado el trabajo, marcha hacia Lisboa, desde donde regresa a finales de 1923, para retomar su labor, desde Cantabria hasta Galicia, tras levantar las cartografías y descripciones de la costa asturiana.
Al desplazar el centro de atención, desde el interior del reino hacia las costas y sus fronteras, el proyecto adquirió un tono marcadamente político y fundamentalmente militar, con independencia de la lujosa presentación que debía de tener un objeto de uso privado del monarca, como lo es este códice, confeccionado en 87 folios en vitola de considerable tamaño.







Se abre esta obra con un impresionante Escudo de Armas de la Casa Real, con el mapa, a doble página, de la península Ibérica con su escala de 35 leguas y que sirve de presentación de la obra, seguida de la explicación que ya citamos al comienzo de este escrito.
A continuación se suceden las vistas de la costa española, incluida la portuguesa siguiendo siempre el mismo procedimiento.
En primer lugar aparece el escudo de la provincia o reino en el que encuentra, salvo en aquellos casos en que quedó sin terminar.
Continúa con un mapa de la costa correspondiente a ese mismo reino o provincia, confeccionado e ilustrado con la ficción como si fuera contemplado a “vista de pájaro”, para terminar finalmente, las vistas parciales de las ciudades y puertos más importantes de esa sección de la costa.
Y ahora nos centramos en nosotros mismos.
En el folio nº 30, nos aparece una lámina de la Villa de Llanes, y en el folio nº 26 de las descripciones  De la costa puertos y lugares del principado de Asturias, se transcribe el siguiente comentario:
“El primer lugar desta costade Asturias por la parteoriental es la villa de llanes, que queda sinco leguas distante de la orilla del rio Deva por donde se diuide de las Quatro Villas de Castilla. Es Llanes cercada de buena muralla. Su población es de las maiores de la costa. El puerto que tiene no es de mucha consideración, no entrando en él nauios sino muy pequeños. Fabrican en él algunos barcos para la pescaría, que es el maior trato que tiene, y para la defença dellos, así del tiempo como de los inimigos, tienen vn muelle y en el prinçipio de él  dos pieças  de artillería de hierro”.
“Desta villa a dos leguas caminando al poniente sale a la mar hun cabo, que por entrar tanto en él tomo el nombre de cabo de Mar. En estas dos dichas leguas de costa entran en la mar tres rios. El primero tiene junto a su barra vn lugar que llaman Aldea de Po y en el segundo otra que dizen Nyenbro. El vltimo tiene en la orilla de la parte del oriente vna granja de monjes benitos a que llaman San Antonio. Deste dicho cabo de Mar a dos leguas esta la uilla de Ribadesella, no auiendo en esta distancia rio ny plaia mas que hun pequeño arroio que llaman Aguadomia.”.
Tras escribir este artículo, tengo que agradecer a mi hermano Carlos, el que me regalara un facsímil de tan magnífica obra.

                                                                                                      Fernando Suárez Cué
                                                                                        Barcelona, a 27 de Febrero de 2012
 
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