viernes, 9 de agosto de 2013

Origen de los meses en el calendario juliano


Los nombres de nuestro tiempo


 Por regla general, los artículos que escribo dedicados a los orienteadictos (palabra que nace de la adicción semanal a su lectura, para poder, “sin mono”, llegar a la semana siguiente en paz y tranquilidad), tratan sobre temas náuticos de carácter unas veces general, y otras de carácter local, cuando mis amigos en Llanes, me facilitan temas de la Villa,… y no Corte… ¡Ya lo quisieran algunos!

 En este caso, creo que el asunto se aparta ligeramente de los temas que acostumbramos a tratar, pero por otro lado su interés no es menos importante, sobre todo por su curiosidad.

 Desde el comienzo de la navegación, que algunos defienden la teoría que ocurrió cuando un antropileto …- y no se que mas pero seguro que acaba en – decus, se le ocurrió cruzar el Carrocedo ( que por cierto en aquellos tiempos no era una llagrimina de Dios, sino todo un llanto de lo mas desconsolado), no se le ocurrió otra cosa que subirse a un tronco que por delante de él pasaba flotando arrastrado por la corriente, diciendo mas tarde …” Uhg jhaum aurk jojolhabha”, que según algunos parece querer decir…”¡Cocho, mira por donde esto está bastante bien!”.

 A partir de ahí, y para no haceros el cuento muy largo, vamos a pasar en media línea 300 millones de años, para encontrarnos en el tiempo y el lugar en que unos señores en Mesopotamia, se empiezan a fijar en el movimiento de los astros. Movimiento poco sexi, pero movimiento al fin y al cabo. Claro que todo ello con permiso de los constructores del monumento megalítico de Stonehenge, que según las últimas dataciones, este conjunto que era un observatorio astronómico se construyó  3.000 años antes de Cristo.

 Las tres cosas que mas les llamaron la atención fueron: el día,  movimiento debido a la rotación de la tierra sobre su eje, el mes debido a la rotación de la luna alrededor de nuestro, o de la Tierra que para el caso es lo mismo, y al año debido a nuestra rotación alrededor de nuestra primera estrella, el Sol.

 A partir de ahí, y para coordinar estos tres movimientos, se establecen unos sistemas de calendarios que cada Cultura va perfeccionando hasta llegar a los calendarios actuales, que se supone ya son casi perfectos. Ya veremos lo que dirán nuestros sucesores dentro de 200 ó 300 años.

 Volvemos a saltarnos la historia y pasamos por alto el tema de las culturas y sus calendarios, pues seria el cuento de nunca acabar, para llegar a los nombres que buscábamos y que son los siguientes:

 CALENDARIO: Proviene de la palabra latina calendae, que era el nombre que los romanos daban al primer día de mes. Como descubrieron (el astrónomo Sosígenes de Alejandría), que cada año necesitaban un día más, doblaron el primer día al que se llamó bis sexto calendae, de donde proviene nuestro adjetivo bisiesto.

 Los días se dividieron en:

 FASTOS: Son los favorables, y de ahí viene  fastuoso.
NEFASTOS: Días desfavorables.
FESTIVOS: Días dedicados a las ceremonias religiosas.
FERIADOS: Días sagrados.
COMICIALES: Días dedicados a la Asamblea (Comicios).

 Mas adelante, el Papa Gregorio XIII, confió una nueva reestructuración del calendario (Calendario Gregoriano), a dos famosos astrónomos de la época, Claudio y Litius. Actualmente y en su honor, llevan su nombre dos grandes cráteres de la Luna, es mas, en la película “2001. Odisea en el espacio”, la base lunar en la que se desarrolla la acción, se sitúa en el “Crater Clavius”. ¿Os acordáis?

 Ya los babilonios, descubrieron que sobre el fondo de las estrellas, que giran sobre el polo sin alterar sus posiciones, se movían cuerpos celestes, cuyo movimiento propio era visible a simple vista, y los consideraron dioses, a saber:

 MERCURIO: Es el mas cercano al Sol. Y que puede verse poco antes de y después de la salida del Astro Rey, por lo que se le tenía por el veloz mensajero de los dioses.
MARTE: Rojizo como la sangre, fue para ellos el Dios de la Guerra.
VENUS: El planeta de mayor densidad de todos. Azulado, hermoso y casquivano, fue la diosa de la Belleza.
SATURNO: En griego Cronos. Lento y amable es el mas viejo de los dioses. Es el Dios del Tiempo, aunque no dudó en devorar a sus hijos.

Por lo tanto y como ejemplo de interpretación, creían que si aparecía Marte, era la guerra y si además recibía la influencia de Saturno, deducían que la guerra seria larga y pesada.

 Para los días de la semana, se escogieron los siguientes nombres:

 LUNES: Por la Luna. En inglés monday  (Día de la Luna).
MARTES: Por  Marte o Tiu, dios de la Guerra. En inglés tuesday  (Día de Tiu).
MIÉRCOLES: Por Mercurio o Wotan. En inglés wednesday (Día de Wotan).
JUEVES: Por Júpiter o Thor. Dios del trueno. En inglés thursday (Día de Thor).
VIERNES: Por Venus o Frigg, la bella esposa de Wotan. En inglés friday (Día de Venus).
SABADO: Por Saturno. En inglés saturday  (Día de Saturno). Para los judíos y según el Génesis, es el día de descanso, o sea  su sabbath.
DOMINGO: Por el Sol. Es la única excepción, ya que cristianizamos su nombre dedicándolo al día del Señor  (dóminus en latín), aunque los ingleses todavía lo utilizan como sunday  (día del Sol)  y los alemanes como sonntag, que quiere decir lo mismo.

 
Y por último y para los meses del año, emplearon las siguientes denominaciones:

 
ENERO: Januarius, por el dios Jano. Dios de las transiciones, los pasos y las puertas (pasa de un año a otro).
FEBRERO: Frebarius, por Frebua. Nombre de las Fiestas de Purificación que celebraban aquellas gentes.
MARZO: Martius, por Marte. Nos volvemos a encontrar con el Dios de la Guerra.
ABRIL: Aprilis, por Afrodita. Este era el nombre griego de Venus.
MAYO: Maius por Maya, la madre del Dios Mercurio.
JUNIO: Junius, por Juno. Esta era la diosa más importante de la Tríada Capitolina Romana, protectora de las matronas (madres de familia).
JULIO: Por Julio Cesar.
AGOSTO: Por Cesar Augusto. Junto con el anterior fueron los dos emperadores más importantes de la Historia de Roma.
Y nos quedan los últimos meses, que como en el calendario romana solo tenia 10 meses, sus nombres son ordinales.
SEPTIEMBRE: Por séptimo.
OCTUBRE: Por octavo.
NOVIEMBRE: Por noveno.
DICIEMBRE: Por décimo.

 En paralelo los chinos construyeron su propio calendario, dividiendo los meses en relación a una antiquísima seria de doce animales – Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón (el mas poderoso de todos), Serpiente, Caballo, Cordero, Mono, Pájaro, Perro y Cerdo, sobre cuyo sentido original, y para nuestra civilización, no hay mas que especulaciones y leyendas.

 
Y sobre el que no se me ocurrirá hablar ni un poquitín mas, es sobre el complejo sistema multicíclico del calendario maya, porque ahí… ¡Si ya me perdí! Con su rueda mayor externa o haab, y su rueda menor interna o tzolquin.

 ¡En fin! Mucho calendario y mucha ciencia, pero el resumen es que no nos queda otro remedio que, como mínimo, trabajar 8 horas al día, 5 días a la semana y un par de maconadas  de semanas al año … ¡Una tragedia!.

 Hasta la vista

 

       

 

 

 

 

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;