Los nombres de nuestro tiempo
Por regla general,
los artículos que escribo dedicados a los orienteadictos (palabra que nace de la adicción
semanal a su lectura, para poder, “sin mono”, llegar a la semana siguiente en
paz y tranquilidad), tratan sobre temas náuticos de carácter unas veces
general, y otras de carácter local, cuando mis amigos en Llanes, me facilitan
temas de la Villa,… y no Corte… ¡Ya lo quisieran algunos!
En este caso, creo
que el asunto se aparta ligeramente de los temas que acostumbramos a tratar,
pero por otro lado su interés no es menos importante, sobre todo por su
curiosidad.
Desde el comienzo de
la navegación, que algunos defienden la teoría que ocurrió cuando un antropileto
…- y no se que mas pero seguro que acaba en – decus, se le ocurrió
cruzar el Carrocedo ( que por cierto en aquellos tiempos no era una
llagrimina de Dios, sino todo un llanto de lo mas desconsolado), no
se le ocurrió otra cosa que subirse a un tronco que por delante de él pasaba
flotando arrastrado por la corriente, diciendo mas tarde …” Uhg jhaum aurk jojolhabha”, que según algunos parece querer
decir…”¡Cocho, mira por donde esto está bastante bien!”.
A partir de ahí, y
para no haceros el cuento muy largo, vamos a pasar en media línea 300 millones
de años, para encontrarnos en el tiempo y el lugar en que unos señores en
Mesopotamia, se empiezan a fijar en el movimiento de los astros. Movimiento
poco sexi, pero movimiento al fin y al cabo. Claro que todo ello con permiso de
los constructores del monumento megalítico de Stonehenge, que según las últimas dataciones, este conjunto que era
un observatorio astronómico se construyó
3.000 años antes de Cristo.
Las tres cosas que
mas les llamaron la atención fueron: el día,
movimiento debido a la rotación de la tierra sobre su eje, el mes debido
a la rotación de la luna alrededor de nuestro, o de la Tierra que para el caso
es lo mismo, y al año debido a nuestra rotación alrededor de nuestra primera
estrella, el Sol.
A partir de ahí, y
para coordinar estos tres movimientos, se establecen unos sistemas de
calendarios que cada Cultura va perfeccionando hasta llegar a los calendarios
actuales, que se supone ya son casi perfectos. Ya veremos lo que dirán nuestros
sucesores dentro de 200 ó 300 años.
Volvemos a saltarnos la
historia y pasamos por alto el tema de las culturas y sus calendarios, pues
seria el cuento de nunca acabar, para llegar a los nombres que buscábamos y que
son los siguientes:
CALENDARIO: Proviene de la
palabra latina calendae, que era el
nombre que los romanos daban al primer día de mes. Como descubrieron (el
astrónomo Sosígenes de Alejandría), que cada año necesitaban un día más,
doblaron el primer día al que se llamó bis
sexto calendae, de donde proviene nuestro adjetivo bisiesto.
Los días se dividieron
en:
FASTOS: Son los
favorables, y de ahí viene fastuoso.
NEFASTOS: Días
desfavorables.
FESTIVOS: Días
dedicados a las ceremonias religiosas.
FERIADOS: Días
sagrados.
COMICIALES: Días
dedicados a la Asamblea (Comicios).
Mas adelante, el Papa
Gregorio XIII, confió una nueva reestructuración del calendario (Calendario
Gregoriano), a dos famosos astrónomos de la época, Claudio y Litius.
Actualmente y en su honor, llevan su nombre dos grandes cráteres de la Luna, es
mas, en la película “2001. Odisea en el espacio”, la base lunar en la
que se desarrolla la acción, se sitúa en el “Crater
Clavius”. ¿Os acordáis?
Ya los babilonios, descubrieron que sobre el fondo de las
estrellas, que giran sobre el polo sin alterar sus posiciones, se movían
cuerpos celestes, cuyo movimiento propio era visible a simple vista, y los
consideraron dioses, a saber:
MERCURIO: Es el
mas cercano al Sol. Y que puede verse poco antes de y después de la salida del
Astro Rey, por lo que se le tenía por el veloz mensajero de los dioses.
MARTE: Rojizo como la
sangre, fue para ellos el Dios de la Guerra.
VENUS: El
planeta de mayor densidad de todos. Azulado, hermoso y casquivano, fue la diosa
de la Belleza.
SATURNO: En
griego Cronos. Lento y amable es el mas viejo de los dioses.
Es el Dios del Tiempo, aunque no dudó en devorar a sus hijos.
Por lo tanto y como ejemplo de interpretación, creían que
si aparecía Marte, era la guerra y si además recibía la influencia de Saturno,
deducían que la guerra seria larga y pesada.
Para los días de la semana, se escogieron los siguientes
nombres:
LUNES: Por la Luna. En inglés monday (Día de la Luna).
MARTES: Por Marte o Tiu, dios de la Guerra. En inglés tuesday (Día de Tiu).
MIÉRCOLES: Por Mercurio o Wotan. En inglés wednesday
(Día de Wotan).
JUEVES: Por Júpiter o Thor. Dios del trueno. En inglés thursday (Día de Thor).
VIERNES: Por Venus o
Frigg, la bella esposa de Wotan. En inglés friday
(Día de Venus).
SABADO: Por Saturno. En inglés saturday (Día de Saturno). Para los judíos y según el
Génesis, es el día de descanso, o sea su
sabbath.
DOMINGO: Por el Sol. Es
la única excepción, ya que cristianizamos su nombre dedicándolo al día del Señor (dóminus
en latín), aunque los ingleses todavía lo utilizan como sunday (día del Sol) y los alemanes como sonntag, que quiere decir lo mismo.
Y por último y para los meses del año, emplearon las
siguientes denominaciones:
ENERO: Januarius, por
el dios Jano. Dios de las transiciones, los pasos y las puertas (pasa de un año
a otro).
FEBRERO: Frebarius, por Frebua. Nombre de las Fiestas de Purificación que
celebraban aquellas gentes.
MARZO: Martius,
por Marte. Nos volvemos a encontrar con el Dios de la Guerra.
ABRIL: Aprilis, por
Afrodita. Este era el nombre griego de Venus.
MAYO: Maius por
Maya, la madre del Dios Mercurio.
JUNIO: Junius, por
Juno. Esta era la diosa más importante de la Tríada Capitolina Romana,
protectora de las matronas (madres de familia).
JULIO: Por Julio Cesar.
AGOSTO: Por Cesar Augusto.
Junto con el anterior fueron los dos emperadores más importantes de la Historia
de Roma.
Y nos quedan los últimos meses, que como en el calendario
romana solo tenia 10 meses, sus nombres son ordinales.
SEPTIEMBRE: Por séptimo.
OCTUBRE: Por octavo.
NOVIEMBRE: Por noveno.
DICIEMBRE: Por décimo.
En paralelo los chinos construyeron su propio calendario,
dividiendo los meses en relación a una antiquísima seria de doce animales – Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón (el
mas poderoso de todos), Serpiente,
Caballo, Cordero, Mono, Pájaro, Perro y Cerdo, sobre cuyo sentido original,
y para nuestra civilización, no hay mas que especulaciones y leyendas.
Y sobre el que no se me ocurrirá hablar ni un poquitín
mas, es sobre el complejo sistema multicíclico del calendario
maya,
porque ahí… ¡Si ya me perdí! Con su rueda mayor externa o haab, y su
rueda menor interna o tzolquin.
¡En fin! Mucho calendario y mucha ciencia, pero el
resumen es que no nos queda otro remedio que, como mínimo, trabajar 8 horas al
día, 5 días a la semana y un par de maconadas de semanas al año … ¡Una tragedia!.
Hasta la vista
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