miércoles, 14 de agosto de 2013

Los siete sabios de Grecia


 
 


Grandes Civilizaciones: Grecia
Los habitantes de la antigua Grecia se llamaban a sí mismos helenos, y a su tierra, Grecia, la llamaban la Hélade. El territorio de la Grecia antigua coincide aproximadamente con el actual, pero para completar el mundo helénico es preciso añadir las costas egeas de Asia Menor, así como las del sur de Italia y la isla de Sicilia.

Desde muy crio había oído hablar de estos célebres personajes, hasta que la curiosidad me obligó a procurar enterarme de quienes eran y que hicieron, por lo cual, si no he cometido ningún error de bulto en mis investigaciones este es el resultado.

La denominación de Siete Sabios fue el título dado por la tradición griega a siete antiguos personajes griegos, tanto filósofos, como estadistas o legisladores, de entre el año 620 al 550 a.C. renombrados por su sabiduría práctica que consistía en una serie de aforismos memorables. Merecieron dicho nombre debido a que sus enseñanzas o frases son una guía de la vida de los hombres, manteniéndose esta tradición a lo largo de los siglos.

La acepción actual de la palabra tirano, no tiene nada que ver con la voz griega tyrannos de la que procede, ya que para los antiguos helenos, un tirano era simplemente un líder, un dictador, un gobernante que no había heredado el poder y por lo tanto no tenia ningún derecho legal o sagrado sobre él.
Ahora bien, un tirano podía ser un líder inteligente, culto, amable y bueno.   

Cleóbulo de Lindos (en griego Kleoboulos), fue un poeta nacido en la citada ciudad de Lindos en la isla de Rodas, allá por el siglo VI a.C. a la cual gobernó como tirano con un gobierno ejemplar. Se dice que vivió hasta los setenta años y que fue muy distinguido, tanto por su fuerza física como por su hermosura. Existe una tumba en Lindos que señala ser la de Cleóbulo.

Se le atribuyen dos memorables máximas:
“La moderación es lo mejor”
“Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario”.

Solón de Atenas: (en griego Σόλων), gobernó Atenas (c. 638 a. 558 a.C.), en una época de graves conflictos sociales, producto de una extrema concentración de la riqueza y poder político en manos de los eupátridas (nobles terratenientes),  de la región del Ática.
Poeta, reformador, legislador y estadista promulgó su Constitución (594 a.C.), la cual implicó una gran cantidad de reformas dirigidas a aliviar la situación del campesinado asediado por la pobreza, las deudas (que en ocasiones conducían a su esclavización) y un régimen señorial que lo ataba a las tierras de su señor, o lo conducía a la miseria, adquiriendo por lo tanto una gran fama como legislador y reformados social.

Sus máximas eran:
“Nada con exceso, todo con medida”
“No tengas prisa en buscar nuevos amigos, pero una vez encontrados no tengas prisa en deshacerte de ellos”

Quilón de Esparta o Chilón el Lacedemonio (Χίλων o Χείλων o Λακεδαιμόνιο). Político del s.VI a.C., intenta mejorar los sistemas para controlar mejor a los más altos funcionarios del estado, atribuyéndole asimismo la militarización de la vida civil. Reprobó la tolerancia que Esparta estaba teniendo con las ciudades de Arcadia y reclamó una política fuerte. Los espartanos no tuvieron dificultad en derrotar a los arcadios, que fueron sometidos. Sólo la ciudad de Tegea pudo conservar su independencia bajo dominio espartano, y fue desde entonces la ciudad más leal a Esparta de todo el Peloponeso, que quedó dominado por Esparta casi en su totalidad.

La tradición dice que Quilón murió de alegría en los brazos de su hijo, que acababa de ganar un premio en los Juegos Olímpicos.

Algunos de sus epigramas son los siguientes:
“No hables mal de los muertos de una persona en su desgracia”.
“Si eres fuerte, sé también misericordioso, de forma que tus vecinos puedan respetarte y no sólo temerte”.
“No permitas que tu lengua corra más que tu inteligencia”.
“Contén la ira”.
“No desees lo que es imposible”.
“Obedece las leyes”.

Bías de Priene o Sátiro el Peripatético. Filósofo del siglo VI a.C. fue con frecuencia consultado por sus conciudadanos acerca de asuntos litigiosos, más él siempre se negó a emplear su talento en provecho de la injusticia, decía preferir juzgar entre enemigos que entre amigos, porque en el primer caso estaba seguro de ganar a uno de aquellos, mientras que en el segundo perdía a uno de estos. También decía que Uno de los ejemplos de su bondad es la leyenda que establece que él pagó un rescate por algunas mujeres que habían sido capturadas. Después de educarlas como sus propias hijas, él las envió de regreso a Messina, su patria y la de sus padres.

También se dice que cuando algunos pescadores encontraron el Trípode Bronceado, en el que estaba codificada la sentencia "para el más sabio". Los padres de las damiselas llamaron a una asamblea y allí concluyeron que Bías era el más sabio entre todos los hombres, así que el Trípode le fue entregado como símbolo de gratitud por todo lo que él había hecho por la ciudad. Bías rechazó ese honor, señalando diciendo  "Apolo es el más sabio".

En una ocasión, Priene, su patria en Caria (Asia Menor), se hallaba sitiada por Aliartes, rey de Lidia, que creía poder tomarla por hambre. Bías preparó unos grandes montones de arena, que cubrió de trigo, haciendo creer a los enviados de aquel rey que la plaza se hallaba provista abundantemente por mucho tiempo. Esto le decidió a levantar el asedio.

En otra ocasión en que sus habitantes se disponían a abandonar la ciudad por el asedio al que los tenía sometidos el persa Ciro, y que permitía se llevaban cuantos objetos de valor poseían, un ciudadano le preguntó a Bías si no hacía sus preparativos para la marcha. El sabio le contestó: «Llevo conmigo todas mis cosas" (Omnia mea mecum porto), dando a entender con ello que los bienes más preciados para él eran su sabiduría y el tesoro de sus pensamientos.

Una de sus máximas era:
“El saber es la única propiedad que no puede perderse”.
“Debemos amar como si debiésemos aborrecer”.
“Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir”.

Tales de Mileto (en griego, Θαλῆς ὁ Μιλήσιος) (624 a.C.-546 a.C.) Nacido en la próspera ciudad de Mileto, en la Grecia jónica del Asia Menor, durante la década del 620 a. C, este filósofo y matemático, destacó gracias a su sabiduría práctica y por sus intervenciones políticas., y debido a su notable capacidad política y a la gran cantidad de conocimientos que poseía, es considerado por la tradición historiográfica occidental como el iniciador de la indagación filosófico-científica acerca del Cosmos  distinguiéndose por ofrecer las primeras explicaciones registradas respecto de eventos naturales que no tienen nada que ver con entidades divinas sino que se sustentan en observaciones e inferencias de la Naturaleza, totalmente factibles de ser constatadas y discutidas. se destacó, a diferencia de ellos, por sus habilidades y conocimientos teóricos. Se interesó -y realizó importantes aportes- en cuestiones matemáticas, astronómicas, geográficas, físicas, metafísicas y de ingeniería, además de haber aconsejado exitosamente en varias ocasiones respecto de decisiones políticas no poco relevantes.

 Fue el fundador de la Escuela Jónica o de Mileto

Se le atribuyen las siguientes máximas:
“En la confianza está el peligro”.
“La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás”.
“La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que todo lo han perdido la poseen aún”.

Pítaco de Mitilene (en griego Pittakos) Originario de Mitilene (ciudad griega, de la isla de Lesbos), fue el general que con su ejército venció a los atenienses comandados por Frinón. Como consecuencia de esta victoria los habitantes de Mitilene le confirieron los máximos honores, obteniendo así, el poder supremo (650 a.C.). Pítaco intentó restringir el poder de la nobleza, y ejerció el poder apoyándose en las clases populares. Después de catorce años de reinado Pitaco dimitió y la ciudad disfrutó, entonces, de orden y de una constitución duradera.  Debes saber escoger la oportunidad
Algunos autores mencionan que tuvo un hijo llamado Tirreo, y a leyenda dice que cuando mataron a su hijo y le trajeron al asesino ante él, Pítaco lo dejó en libertad, expresando, "El perdón es mejor que el castigo."

Otras frases célebres de Pítaco son:
“Es difícil realmente ser un buen hombre”
"Incluso los dioses no pueden enfrentarse a la necesidad."
"Si queréis conocer a un hombre, revestidle de un gran poder. El poder no corrompe, desenmascara."
"No digas de antemano lo que vas a hacer; porque si fallas, se burlarán de ti."
"Abstente de hablar mal no solamente de tus amigos, sino también de tus enemigos”

Periandro de Corinto: Fue el segundo tirano de Corinto (siglo VII a.C.), e hijo y sucesor de Cípselo, intentó mantener la estabilidad política interna y propició la prosperidad del país durante el período entre los siglos VII-VI a.C. Se ocupó de reglamentar y humanizar el trabajo de los esclavos, protegió a la clase social de los campesinos pobres y obligó a la nobleza a reducir la suntuosidad de sus gastos. También llevó a cabo una sistemática política colonial de conquistas. Desarrolló el puerto de Corinto, y construyó una rampa a través del istmo del mismo nombre, para que las naves pudieran ser arrastradas a través de los diolkos, (calzada de entre 6 y 8 km. que incluía una especie de carril rudimentario), navegando así desde el Mar Jónico hasta el mar Egeo, evitando así la ruta peligrosa ruta marítima alrededor del Peloponeso. Fue operativa desde el año 600 a.C. hasta el siglo I de nuestra era.

La larga estabilidad de que gozó Corinto bajo su mandato contribuyó a que fuera incluido en el grupo de los sabios de Grecia. Es autor de la máxima Sé previsor con todas las cosas

Fue el más duro de los tiranos, ya que según Heródoto, aprendió su "salvajismo" del tirano Trasíbulo de Mileto, al que habría hecho preguntar lo que debía hacer y éste habría contestado derribando sólo las cabezas de los gérmenes de trigo, sin decir una palabra. Periandro comprendió que debía eliminar a los aristócratas, como los Baquíadas que podían amenazar su poder. Se apoyó sobre la plebe contra la nobleza y emprendió represiones violentas. Su reinado duró 40 años, hasta el 585 a.C.

Unos de sus epigramas decían:
“Aprende a vivir aislado y a meditar en soledad”.
En la prosperidad modérate; en la adversidad resígnate y sé siempre prudente”.
“Evita, por encima de cualquier circunstancia, la tristeza; que tu alegría no sea fruto de las circunstancias favorables, sino fruto de ti mismo.”

Evolución de la escultura clásica
http://www.youtube.com/watch_popup?v=GQiYuCharEM&feature=youtu.be
 


Hasta la vista.

 

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