- F : No penseis cosas raras partiendo del título del artículo, pues lo que os voy a contar, y espero me dejeis, es sobre una forma de pescar que se practica en el Litoral de la Costa Catalana, y que basándose en las cualidades de sus aguas, no creo que se pueda practicar en la Costas de Cantábrico, o por lo menos yo nunca he oido hablar de ella.
Vaya por delante mi agradecimiento a Dn. Juan José Pascual Sacristán (Juanjo para los amigos), que en su clásico, pero magnífico barco, YOLA, de ll metros de eslora, 4,50 de manga, dos motores Volvo de 150 Hp. Cada uno, con un desplazamiento de 11 Tm. Y con una electrónica a bordo, la más completa que he visto en barcos de su tamaño, me permitió que le acompañara, junto a otro asturiano de nombre MANOLO. ¿ Exótico no?.
Antes de empezar, os diré, que cuando los grandes barcos arrasteros levantan en sus aparejos a las XIBIAS, separan las hembras que están mas vivas y fuertes, y las colocan en los viveros del barco para poder llevarselas hasta puerto en las condiciones más idoneas posibles, con el fin de venderlas a los pescadores, tanto profesionales como deportivos para que las puedan emplear como reclamo durante la pesca denominada A LA FAMELLA ( a la hembra).
Para efectuar esta pesca, se coje la hembra de la XIBIA, y por su cola se le coloca un anzuelo clavandolo en la CONCHA o SEPION duro que le sirve como esqueleto interno, pero de forma que no lo atraviese ni le salga por el otro lado del cuerpo.Es un anzuelaje que hay que hacerlo con la suficiente delicadeza como para no dañar al animal rasgándolo, pero procurando que quede firmemente sujeto, como para que mas tarde, sin desanzuelarse y sin causarle daños mayores, pueda aguantar las embestidas que le esperan.
Una vez bién anzuelada, se deja como una braza de linea detrás de ella donde se le coloca un plomo pequeño, que será el que la obligue a irse al fondo sobre la arena, al mismo tiempo que permite moverse mas o menos libremente dentro de su ambiente territorial. A partir del plomo, la linea continua hasta la mano del pescador que se encuentra en la lancha.
Os decia que es un tipo de pesca, que no se si se practica en el Norte, ya que las aguas en las que se desarrolla, son aguas muy claras y con una profundidad que nunca supera entre el metro y los dos metros de calado y con fondos de arenas limpias, o sea, practicamente sobre las orillas de las playas, de forma que a la XIBIA la podamos estar siguiendo con la vista, sin perderla en ningún momento y sin que los movimientos de las olas entorpezcan la faena de pesca.
Pués bién, ya estamos en la lancha, que por cierto a de ser pequeña y de poco calado, para poder entrar casi hasta la arena, siguiendo, si los hubiera, los contornos rocosos de la costa. Soltamos la XIBIA, y dejamos que descienda hasta el fondo siguiéndola con la lancha a la deriva, si la corriente nos es favorable, o empleando los remos si fueran necesarios, pero nunca empleando el motor ya que aparte de la arena que pudiera levantar la hélice, emballaríamos las posibles presas que estuvieran en el lugar.
El seguir a una XIBIA con la vista no es tarea nada facil, aunque tengamos a favor la limpieza y claridad de las aguas, y su escaso fondo, pues como ya sabeis es un animal MIMETICO, o sea, tiene la facultad de tomar el color y el aspecto del terreno que le rodea para su mejor camuflaje. Por cierto, la palabra MIMETISMO proviene del bocablo griego MIMEOMAI, que quiere decir IMITAR. Este mimetismo lo consiguen ciertos animales, entre ellos la XIBIA , a través de unas células que se encuentran concentradas en la periferia del cuerpo del animal, llamadas CROMATOFOROS, que estando llenas de un pigmento de coloración, son capaces de abrirse o cerrarse según sean excitadas por la luz, y por lo tanto por los colores que les llegan del exterior, hasta conseguir semejarse a todo lo que les rodea. Estos CROMATOFOROS EXTENSIBLES o con PIGMENTO MOVIL, son la base de este fenómeno del cambio de coloración.
¡ De nada hermanos! ... Ya se acabó la clase de Zoologia y espero no aburriros más.
¡Y sigamos!. Nos encontrábamos en la lancha, la XIBIA en el agua y sobre la arena y con dificultad para seguirla con la vista si no fuese porque nos ayudamos siguiendo la linea que desciende en el agua y por el plomín, que ese si es mas facil de localizar y seguir.
Cuando el macho excitado por su instinto de reproducción, se acerca al lugar donde nada la hembra, esta empieza a tomar una preciosa coloración rosada y una vez el macho se abalanza sobre ella, con tal velocidad que a la vista le es imposible seguirle, nos damos cuenta de que la cópula ha comenzado, por el fastuoso color rojo, que junto con el macho, adquiere la hembra al ser cubierta. ¡Vaya ... igual como cuando a un doncel o a una doncella “les sube el pavo”!. Ese es el momento de halar la linea y con un celabardo cogerlos a los dos. Se separa el macho y se le mete en un caldero, devolviendo a continuación la hembra al agua. Y ... ¡Alabado sea el Señor! ¡Ya entró el primero!.
Esta alabanza, la aprendí de mi tio Baltasar, que siempre la decia, cuando al estar pescando embarcaba la primera pieza.
En el caso, de que a nuestra XIBIA no le gustara el pretendiente lo que hace es soltarle un violento chorro de tinta, que siendo bién visible para el pescador, le obliga a recoger al animal y cambiar de lugar de pesca, ya que de no hacerlo asi y quedarse dentro del territorio del macho rechazado, se encontraria que la pesca habia terminado porque el susudicho macho, por un lado no dejaria entrar a otro en su territorio, y por el otro seria constantemente rechazado por nuestra hembra. ¡Total, una alegria perder el tiempo!.
Algunas veces, y estando pescando con este sistema, nos fijamos en que la XIBIA, en un instante , de como un fogonazo en color blanco y a continuación se queda por unos momentos como si estuviera hecha de mantequilla. Sin pensarlo hay que sacarla del agua rapidamente, pues nos esta avisando, sin ella saberlo, de que se aproxima un depredador, como puede ser la lubina o cualquier otro animal de los que nuestra XIBIA se encuentre dentro de su cadena alimenticia.
Cuando entra el Otoño, se emplea para pescar a estos machos otro sistema que por las Costas Catalanas le llaman PIÓ o PESCA DE LOS JUBILADOS , porque dicen que no se trabaja. Consiste en una especie de SIBIONERA, con una copa aproximadamente del tamaño de una mano, con un mastil muy fino y en la que se coloca una sardina. Se cala entre 40 ó 50 brazas de profundidad, en fondos que se sepan de arena y se dejan arrastar por la corriente. Parace ser que es facil levantar XIBIONES de entre un kilo y medio y dos kilos y medio. Creo que le llaman la pesca de los jubilados, porque todo ese peso lo levantan con carretes eléctricos. La aplicación pura y dura de la Ley del Mínimo Esfuerzo.
Y eso es todo. Ese fué el tipo de pesca que me enseñaron y que de verdad es apasionante por la atención que tienes que emplear. No puedes ni pestañear, pues cuando se acercan los momentos álgidos ocurre todo rapidisimamente.
Por cierto, si al escojer la XIBIA, consigues una hembra guapa, “sexy” y un poquitín “pendon” la pesca está asegurada y en gran cantidad. Y es que los machos ... ¡Que bobos son!.
Fernando Suárez Cué
Barcelona, 18 de Octubre de 1998
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