miércoles, 3 de agosto de 2022 0 comentarios

Cabo de "Las Agujas"

 

Cabo de “Las Agujas”

Cabo de "Las Agujas"

-C: ¡Buenos días! Parece que vienes muy concentrado, chachu.

-F: Pues sí, y no es para menos, porque venía pensando en la conversación mantenida con unos grandes amigos como son Maiche Perela y Valentín Orejas, y que partiendo de dicha conversación, se me ocurrió que podíamos echar abajo un mito, en el que creen casi todas las personas que conozco, y que si la estudias un poquitín es totalmente equivocada.

-R: ¿A qué te refieres?

-F: Me refiero a cabos y faros, pues tanto a ellos como a mí nos encantan estos accidentes geográficos y los sistemas de señales situados en algunos de ellos.

-R: Pero… ¿Qué dices?

-F: Nada hombre, que no estoy muy seguro de Valentín, aunque es verdad que tiene unas fotos preciosas sobre estos temas, pero del resto de la tropa…

¡Home! Si hasta queríamos haber sido fareros.

-R: Pero vamos a ver mi críu… ¿Que nos estas contando?… A ver si te centras Fernandín del alma.

-F: ¡Vale, me centro! A ver, dime… ¿Cuál crees tú que es el punto más Meridional del Continente Africano?

-R: Pues, el “Cabo de Buena Esperanza”.

-F: Pues me parece muy bien que lo creas, pero no es cierto.

-R: ¿A no?… ¿Entonces, cual crees tú qué es?

-F: Pues es el denominado “Cabo de las Agujas”

-R: ¿Estás seguro de ello? Mira que siempre tuvimos el “Buena Esperanza”, como la punta más al Sur de África.

-F: Y tan seguro, y ahora te lo explico.

Posición cartográfica del Cabo de las Agulhas

-F: De hecho, el cabo de Buena Esperanza no es el límite meridional del continente africano. El título le corresponde en realidad al “Cabo de las Agujas” (Cabo das Agulhas, en portugués), nombre que le dieron los marineros portugueses debido a las muchas escolleras, finas y afiladas que encontraron y que estuvieron a punto de hacerlos naufragar.

En el siglo XV, cuando navegar por el Mediterráneo para ir a Oriente en busca sedas y especias era muy peligroso debido a los ataques de los barcos del imperio Otomano y de los piratas berberiscos, los portugueses buscaron una ruta alternativa para llegar a las Indias Orientales.

Bordeando la costa africana, el navegante portugués Bartolomé Díaz llegó al actual cabo de Buena Esperanza en el año 1488. En un primer momento se llamó Cabo de las Tormentas, ya os podéis imaginar por qué (vientos de 40 nudos y olas de 10 m. es como para llamarle así… ¿No?), pero posteriormente, y siguiendo una idea de su rey Juan II de Portugal, le dio su nombre actual, ya que tenía la esperanza de encontrar un buen paso que le llevara hacia las Indias. El 1497, el gran Vasco de Gama lo dobló por primera vez en su búsqueda de la ruta hacia las Indias, descubriendo que pasando este cabo, uno de los extremos más meridionales del continente africano, se podía seguir navegando hacia el Este, hacia la India. Durante muchos años, los navegantes temieron no encontrar una posible ruta marítima que llegara hasta dicho lugar, por lo que denominaron, tal como había indicado su rey, como el Cabo de Buena Esperanza, (en portugués, “Cabo da Boa Esperança”).

También se cuenta, que el nombre de Cabo de las Agujas, se lo dio el citado Vasco de Gama, al descubrirse que en ese punto la declinación magnética era nula y por tanto las agujas de los compases (brújulas) apuntaban exactamente al norte geográfico. De hecho es que en este lugar la aguja de la brújula muestra una desviación de 26 grados entre el norte verdadero y el norte magnético.

-C: Históricamente es interesante eso que cuentas, pero… ¿Por qué dices que el Cabo de Buena Esperanza no es el punto geográfico de África que está más al Sur?

-F: Pues verás, si te diriges a una carta de la zona, te encuentras con que el Cabo de Buena esperanza se encuentra en las coordenadas

Longitud: E 18°28’21.54″ Latitud: S 34°21’30.96″

Mientras el Cabo de las Agujas, se encuentra en las coordenadas

Longitud: E 20º 00´09” Latitud: S 34° 50′ 00″ S   –

Por lo que podemos comprobar que este último, el cabo de las Agujas, se encuentra a una distancia de aproximadamente de 80,99 millas náuticas al sur del Cabo de Buena esperanza, o lo que es lo mismo a unos 150 km. “más abajo”.

-T: Ese cabo debe de tener un faro importante ¿No?

Faro del Cabo "das Agulhas"

-F: El Faro de Cabo de las Agujas (en Cape Agulhas Lighthouse, en inglés y en Kaap Agulhasvuurtoring, en afrikaans) está situado en el 170 km al sureste de Ciudad del Cabo, y es el segundo faro en servicio más antiguo de Sudáfrica, después del faro de Green Point en Ciudad del Cabo. Marcando el punto más meridional del continente africano y donde, a efectos hidrográficos, esta singularidad meridional lo convierte en el punto de intersección entre los Océanos Índico y Atlántico. Esta singularidad meridional lo convierte en el punto de intersección entre los Océanos Índico y Atlántico.

Este famoso faro, es una torre troncocónica de color rojo con una banda horizontal blanca a la mitad de su altura, y junto a un edificio de una planta rematado por dos torrecillas en sus extremos. Emite un destello de luz blanca cada 5 segundos y tiene un alcance de 30 millas náuticas. Es el segundo faro en servicio más antiguo de Sudáfrica, después del faro de Green Point en Ciudad del Cabo.

Entró en servicio en 1849. Debido al deterioro de la piedra arenisca con la que estaba construido que ponía en riesgo la estabilidad del faro, en 1968 fue desactivado y construida una torre de aluminio a su lado en su sustitución. Los trabajos de restauración duraron hasta 1988 en que pudo volver a ponerse en servicio. Tanto el lugar del faro como la torre están abiertos al público.

-T: ¡Concho petaca! Que ilustrau eres, y cuantas cosas sabes.

-F: Totalmente de acuerdo, pero no le digas a nadie que me he enterado, porque acabo de leerlo.

-T: Soy una tumba, pero continúa.

-F: Como curiosidad histórica, puedo contaros que en 1651 la Compañía de las Indias Orientales, le encomendó el marino holandés Jan van Riebeeck instalara y se hiciera cargo del comando de un campamente, que sirviera como un asentimiento neerlandés inicial en la futura Sudáfrica. Desembarcó con sus cinco barcos (Reijer, Dromedaris, Goede Hoop, Oliphant y Walvisch), y se instalo el 6 de abril de 1652, fortificando el lugar como estación de abastecimiento para las rutas comerciales de la Compañía, entre los Países Bajos y las Indias Orientales. Ese primitivo campamento, fue el embrión de la que hoy en día es La Ciudad del Cabo, capital de la República de Sudáfrica.

-T: O sea, que de toda esta historia podemos sacar el que nos tenían engañados con el famoso cabo.

-F: Tampoco es que sea cierto, pues si te has fijado, cuando desde Llanes salimos a la Mar y nos separamos varias millas en dirección Norte, el Cordal del Cuera se va haciendo cada vez mas chiquitín hasta casi desaparecer, ante la majestuosa presencia de los Picos de Europa que aparecen por detrás.

Donde se encuentran los dos Océanos

-C: Si, eso sí es verdad.

-F: Pues bien, eso pasa con el Cabo de las Agujas, que casi desaparece de la vista ante la gran masa que presenta a la Mar el cabo de Buena Esperanza, y toda la alta costa que le redea.

Y ahora la última historia que os cuento, la de “Los tres anillos”. ¿Sabéis el porqué los antiguos marinos se ponían aros en las orejas?

-R: Para estar más guapos.

-T: ¡Calla demoniu!… ¿Por qué?

-F: El nombre de Los Grandes Cabos, es el nombre que reciben en la navegación los tres principales cabos australes de la ruta marítima a través del Océano Austral: el Cabo das Agulhas en el Sur de África (aunque muchas veces se le sustituye por el de Buena Esperanza), el Cabo Leeuwin (extremo meridional de Australia) y el Cabo de Hornos (en el extremo austral de Chile).

Hay otros dos, como son el cabo Sudeste en Tasmania y el cabo Sudoeste, en el extremo de la isla Stewart, en Nueva Zelanda, que son incluidos ocasionalmente, y aunque no nos interesen en este caso para lo que voy a contaros, como hitos importantes de la circunnavegación a vela., y que era la ruta tradicional de los grandes buques mercantes, por ejemplo los clippers, que seguían los vientos llamados «los cuarenta rugientes» en la latitud 40º S, y más abajo, hacia la latitud 50º S, aparecían los denominados “los cincuenta bramantes” todos ellos al sur de dichos cabos, lo que era particularmente peligroso para la mayoría de estas naves, pero que iban en busca de ellos por su continua potencia, ya que no había ninguna tierra que les cortara el paso, con el fin de hacer más cortos los viajes al conseguir mayores velocidades.

Pues bien, según una antigua tradición marinera, los navegantes que los habían doblado alguno de esos cabos, se podían poner un anillo de plata en su oreja. Una vez superados los tres cabos y por lo tanto luciendo los tres anillos, podían cambiarlos por uno de oro, y a partir de entonces y por demostrar el haber cumplido esta gesta, tenían los siguientes derechos: poder estar sentados y cubiertos delante del capitán, y poder poner los pies encima de su mesa; permanecer de pie ante los reyes y orinar contra el viento.

Como dijo Bernard Moitessier en su novela “El largo viaje”:

“Pues la geografía de un marino no es siempre la del cartógrafo, para quien un cabo es un cabo, con su latitud y su longitud. Para el marino, un gran cabo representa a la vez un conjunto muy simple y a la vez extremadamente complicado de arrecifes, corrientes, fuertes mares y grandes olas, vientos suaves y vendavales, alegrías y miedos, fatiga, sueños, manos doloridas, estómagos vacíos, momentos maravillosos y algunos de sufrimiento.

Un gran cabo, para nosotros, no puede ser expresado solamente por su latitud y su longitud. Un gran cabo tiene su alma, con suaves y violentos colores y sombras. Un alma tan suave como la de un niño y tan violenta como la de un criminal. Y por eso se va allí.”

-C: Pues va a ser verdad eso de que nunca te acostarás sin aprender una cosa más.

-T: O sea que todos esos que se colocan pendientes en las orejas… ¿Quiere decir que…?

-R: Venga chavalones… ¿Marchamos para La Barra?

-T: ¡Marchamos!

-F: A la vuelta pasaré por el Balamu, que me espera un esplendido pinchu de tortilla en compañía de quien yo me se.

-R: ¿Quién?

-F: ¡Si home si!...¡Ahora mismín te lo digo!

Buena Mar y hasta la vista

                                                                                             Fernando Suárez Cué

1 Comentario

  1. Rostroazul 9-enero-2019 at 10:42

Como absoluto fan de los faros y cabos, …. que son un constante destino de mi moto… Me ha encantado el artículo…. ¡¡¡Muchas gracias!!!

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Ciclo génesis explosiva


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             Fuerte temporal sobre las obras de construcción de la Barra, visto desde el Fuerte. (Circa 1935)

Apreciados amigos, no debería meterme en lo que realmente algunas veces me cuesta entender, pero vamos a ver que entre lo que yo siempre oí entre los míos, y hasta de lo que nos hablan ahora los otros, hay un verdadero trecho, que para los profanos es difícil de entender, y me refiero como profano (ya quisieran muchos “hombres y mujeres del tiempo”), saber lo que nuestra gente de la Mar sabia

Voy a ver si consigo explicarme, intentando descomponer el palabro que nos ocupa y si nos vamos a la definición de dicho palabro, nos encontramos con la tan careada expresión “Ciclogénesis explosiva”.

Mapa de superficie de una ciclogénesis explosiva

·       Ciclo: Según la RAE (Real Academia Española de la Lengua), es una serie de fases o estados por las que pasa un acontecimiento o fenómeno y que se suceden en el mismo orden hasta llegar a una fase o estado a partir de los cuales vuelven a repetirse en el mismo orden:»el ciclo del agua; el ciclo menstrual; el ciclo solar; el ciclo biológico; el ciclo de las estaciones; los ciclos fisiológicos»

·         Génesis: Elemento sufijal de origen griego que entra en la formación de nombres femeninos con el significado de ‘origen’, ‘principio’ o ‘proceso de generación’, como por ejemplo “La génesis de una teoría”, “La génesis de una guerra”; “La génesis de la lluvia”, partiendo de la evaporación del agua del mar y de los ríos», y otras muchas más.

·         Explosiva: Cualquier situación que puede expresarse con repentina y absoluta violencia.

Efectos de la Ciclogenesis

 

Todo esto que intento explicar, es un compendio que se reduciría a lo que en estas nuestras costas denominaríamos “Galerna” (que en España es un temporal borrascoso con ráfagas de viento y lluvia que agita peligrosamente las aguas de la costa Cantábrica, y solo de ella.), o “Galernazo (si es intenso, pero un “puquitín mas chicu” y de corta duración)

No es una predicción habitual, pero los efectos de la llamada “ciclogénesis explosiva” suelen tener efectos devastadores, similares a los de un ciclón tropical. Es un fenómeno meteorológico que se produce al chocar una masa de aire caliente, con otra de aire frío.

El encuentro de las diferentes masas desarrolla rápidamente una profunda borrasca en un periodo muy corto, dando lugar a vientos muy intensos y fuertes lluvias. Los flujos de aire que originan son tildados por algunos meteorólogos como «vientos perfectos». La potencia de este fenómeno hace que también se las denomine «bombas meteorológicas», por sus efectos destructivos. Normalmente, cuando toca tierra su intensidad y velocidad descienden rápidamente.

Bagazu de la Mar, sobre el espaldón de la Barra (Circa 1960)

 En una palabra, eso de “ciclogénesis explosiva”, a nosotros parece que nos viene pequeño, y es lo que por aquí y ya desde muy chico, lo oí siempre nominar como “un “descarajal de paquete”.

Buena Mar y hasta la vista amigos

Fernando Suárez Cué

 

  1. maiche perela beaumont 
  2. Muy interesante, bien explicado y preciosas fotografías, Fernando. ¡Nada que tenga que ver con la mar se te resiste! Totalmente de acuerdo en la sabiduría de nuestra gente de la mar.

Gracias y un abrazo.

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¡No pasa ni uno!


 

                            "Fernandin" y "Angelín", a bordo de  "La Celesta" de su tiu "Tajuelo"
Es verdad, y a la prueba me remito, presentando esta fotografía hecha en la “Celesta”, la lancha de José Antonio García Álvarez ("Tajuelo"), allá a principios de los años 70 del pasado siglo, en la que aparezco yo sosteniendo firmemente una "quisquilla" digna de haber sido pescada en el “Pozu los Mundiates”, y junto a Angel Batalla (Pelayín), entonces un criu y ahora Patrón Mayor de la “Cofradía de Pescadores Santa Ana”, en Llanes (Principado de Asturias)
Así que ya veis, que... ¿No pasan los años? … ¡C´agoen mi manto!... Se nos quedan todos encima, o por lo menos a mi… ¡No pasa ni uno!
Buena Mar y hasta la vista amigos

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Anguilas

 

Anguilas

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Anguila

 ¿Cuántas veces habremos estado en el pozón que la marea formaba debajo de la “morrona” de la dársena, o bajo el que había debajo de la Compuerta, o bajo la Rula, o a lo largo de los muelles del puerto interior, intentando sacar anguilas, tanto con anzuelo como con “merucadas”? Por lo menos yo, “cienes y cienes” de veces.

La palabra “anguila” proviene del latín “anguilla” y esta, a su vez, de “anguis” (serpiente)

Este animal, es un pez de cuerpo alargado que suele medir alrededor de 70 cm, aunque puede llegar a alcanzar los 2 metros. Las hembras suelen ser de mayor tamaño que los machos. Tienen la piel recubierta de una secreción mucosa que las hace muy escurridizas, dándoles su característica más conocida (¡mas “escurridizu” que una anguila), además de que les sirven xde protección, pues las escamas que son microscópicas. Normalmente viven 8 años los machos y 12 las hembras.

Tras la cabeza tienen dos aletas de pequeño tamaño. El dorso es pardo verdoso, casi negro; el vientre es blanco y amarillento.

"Leptocefalos", la curiosa forma larvaria de algunos peces

 Viven en aguas dulces, aguas marinas y aguas salobres. Algunas especies de anguila son “catádromas” (emigran del agua dulce a la Mar para desovar), al revés que el salmón que es “anádromo” (emigra de la Mar al agua dulce para desovar). Se cree que el desove se lleva a cabo a finales de invierno, aunque dichos desoves no han podido ser observados. Las larva que emerge de la eclosión, denominada ”leptocéfalo” (del griego “lepto” = delgado y “kephal” = cabeza), es aplanada y transparente, y arrastrada por las corrientes del Golfo y del Atlántico Norte cruzan este océano hasta alcanzar los estuarios en las costas de Europa y el norte de África, donde se metamorfosean en angulas. Las angulas pueden asentarse por algún tiempo en el estuario antes de abandonar las aguas salobres para iniciar la migración ascendente por los ríos, pigmentándose para convertirse en anguilas amarillas (de color verde oliva oscuro con el abdomen de color amarillento).

El caso más llamativo lo representa la anguila europea (Anguilla anguilla), cuyos lugares para el desove están situados en el Mar de los Sargazos (a 2.800 millas de la Península Ibérica), lugar elegido por esta especie para la cría desde hace 140 millones de años.

Todo el proceso se lleva a cabo a unos 500 metros de profundidad y a una temperatura de 15 °C. Los huevos depositados eclosionan a los pocos días, naciendo, como ya hemos dicho los llamados “leptocéfalos” (curiosa forma larvaria de algunos peces), de un tamaño inferior a la cabeza de un alfiler. Inmediatamente después del nacimiento, movidos más por las “Corriente del Golfo” que, por sus propios medios, los individuos inician la asombrosa migración de vuelta hasta los cauces fluviales desde donde partieron sus madres. Durante dicha migración muere gran cantidad de individuos, pero las puestas son mucho más numerosas (9.000.000 de huevos por hembra), permitiendo de este modo el reemplazo generacional. Tras un plazo de dos a cuatro años llegan a la desembocadura de los cauces, y al contacto con el agua menos salina, sufren una metamorfosis que los transforma en anguilas. Se alimenta de larvas de insectos, gusanos, crustáceos, moluscos, peces pequeños. Es una especie omnívora.

Anguila "lobo"

 Los ejemplares en la madurez reproductiva (de 8 a 10 años en las hembras y 4 en los machos) realizan un recorrido de más de 4.000 km para llegar hasta allí tras unos ocho meses, partiendo de los cauces fluviales de Europa occidental y Norteamérica. Una vez allí, machos y hembras se aparean, desovan y, finalmente, mueren.

Están distribuidas por la mayor parte de las aguas tropicales y templadas excepto en el este del Pacífico y sur del Atlántico.​

Su historia es de alta longevidad, ya que aparecen por primera vez en el registro fósil en el Mioceno superior, durante el Terciario, hace veintitrés millones de años.

Son tan sumamente particulares, que, aunque en la Mar hay otras especies parecidas por sus presencias serpentiformes como la morena, o el congrio, son ellas las que les prestan su nombre a otros peces como la extraña “anguila lobo”, o el muy ancestral “tiburón anguila”.

Las anguilas son peces solitarios y territoriales en el que cada individuo tiene su propio refugio ((he contemplado peleas entre ellas por el dominio de un ·pocín” en la Ria, y os puedo afirmar que son terribles), pero las concentraciones que algunas veces aparecen responden a congregaciones forzadas que nada tiene que ver con una estructura social organizada en grupo. Están activas principalmente durante la noche, cuando buscan sus presas, ya que dotada de un gran olfato, busca sus alimentos en el fondo del mar o de los ríos. Es una especie omnívora que se alimenta principalmente de invertebrados bentónicos y peces pequeños.

Tiburón anguila

 Podemos decir, que, en nuestros ríos, todavía podemos contar con una buena presencia, ya que la mayoría de población ha sufrido un importante declive en los últimos años al igual que en el resto de Europa, ya que la construcción de grandes presas a partir de 1960, ha provocado su desaparición de la mayor parte de las cuencas interiores de la Península Ibérica, quedando las actuales poblaciones relegadas a las franjas costeras, entre las, como ya hemos dicho, se encuentra la nuestra, y aunque no está en peligro de extinción, si está sufriendo un claro declive poblacional y ya se encuentra fuera de los límites biológicos de seguridad, por lo que es declarada como especie “vulnerable”

La actual área de distribución de la anguila en la Península Ibérica abarca menos del 20% de los cursos de agua que ocupaba originalmente.

Durante los últimos años, la anguila se ha popularizado en la alta cocina, por lo que es relativamente fácil de encontrar en muchos restaurantes con estrella Michelin.

En la cocina popular del Delta del Ebro, se consume como “Suc d’Anguiles” (caldo de anguilas), y como plato muy demandado tenemos el “All y pebre de anguila” (ajo y pimentón), muy apreciado por ser “un manjar de agua dulce”, y es común encontrarlo en la cocina típica, especialmente en los guisos tradicionales.

La anguila ahumada es otro modo de consumir este pescado, de gran demanda en toda Europa por su suave y cremosa textura.

 

"Suc d’anguiles" del Delta

"All i pebre de anguila" del Delta 

Ración de angulas

 Para terminar, y aunque se levanten de sus tumbas los huesos de todos los grandes gastrónomos que en la historia han sido, y de aquellos que todavía gozan de buena salud, como yo soy una persona simple y de paladar algo primitivo (estoy seguro de que me acusaran de eso), prefiero unos buenos bocartes fritos, o un chicharro a la espalda que unas angulas, que, si no fuera por el aceite el ajo y la guindilla, a mí personalmente no me sabrían a nada.

¿A vosotros sí?

Buena Mar y hasta la vista amigos

Fernando Suárez Cué

 

2 Comentarios

  1. Fernando Suárez Cué 

En efecto D. Lucca, solamente fritas están exquisitas, pues quedan crujientes y además muy melosas. Un saludo.

2.    Lucca Brasi 

3.    Simplemente fritas, he comido buenas anguilas.

 

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Árgano o cabestrante

 

Árgano o cabestrante

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Halando de un cabo

Cuando nos imaginamos o pensamos en barcos, casi nadie se acuerda de un instrumento que todos portan, por ser una máquina necesaria y hasta imprescindible. Me refiero al “árgano” o “cabestrante”.

Es esta una máquina que, a modo de grúa, se emplea para subir cosas de mucho peso por medio de una maroma o cable que se va enrollando en un torno vertical a medida que gira, y se logra por la potencia que se aplica a unas barras, o palancas, introducidas en las cajas abiertas en el canto exterior del cilindro, en la parte alta de la máquina.

“Movían el árgano una media docena de barras, cada una empujada por cuatro hombres”.

Imagen del uso del cabestrante

 Esta palabra en su etimología viene de “árgana” y es de procedencia latina popular bajo denominación “arganum” y a su vez del griego “οργανα” (“organa”), y se puede traducir por “instrumentos”.

Tal como los demuestran varios jeroglíficos egipcios ya era conocida su utilidad, hacia el siglo XII a. C.

En un principio los árganos, recogían la cuerda en su tambor, mientras que hoy en día, en los cabestrantes náuticos la cuerda o cadena, ya no se almacena en el tambor, sino que, limitándose a enrollar unas pocas vueltas en él, va haciéndolo pasar para depositarlo en la “caja de cadena” (también denominado “pozo de cadena”), un espacio determinado para ese fin.

Caja o pozo de cadenas

 Otra palabra que puede entrar en este grupo es “malacate”, del náhuatl “malacatl” (“huso”), “cosa giratoria” que, a manera de cabrestante, era usada en las minas para sacar minerales y drenar el agua. El “náhuatl” o mexicano es una macrolengua “yutonahua” que se habla en México.

Hoy en día, “malacate” (winch en inglés), es un tambor que contiene enrollado un cable de acero, soportado por una base, que va fijado sobre una superficie lisa.

Cabestrante de fondeo

En apoyo de estos mecanismos se encuentra el “estopor”, que en náutica es otro mecanismo intercalado entre el cabrestante del ancla y la escobén a fin de evitar el movimiento de la cadena. La acción del estopor forma parte del trincado a “son de mar” de las anclas en navegación, evitando que por efecto de un fuerte cabeceo las mismas se muevan de sus alojamientos, aunque su principal objetivo es evitar que el molinete sufra la tensión de la cadena.

Estos “molinetes”, que en las embarcaciones de recreo pequeñas es lo que acostumbran a armar en proa, es una máquina que consiste en un tambor (cilindro) horizontal accionado mecánicamente por una banda que sirve para mover pesos, sobre todo el del fondeo. En esencia es un cabrestante horizontal.

Malacates del ancla

 Como este tipo de embarcaciones no suelen montar el estopor, y siendo Imprescindible un freno en el molinete una vez fondeado, se debe fijar un cabo con un mosquetón entre la cadena y una cornamusa, con el mismo empleo, o sea evitar que el molinete sufra toda la tensión del fondeo.

Dentro de este tipo de artilugios, debemos contar con el chigre, que son máquinas con eje de giro horizontal y que permiten multiplicar la fuerza ejercida sobre cabos, cables o cadenas. Están movidas generalmente por electricidad, y son empleadas en carga y descarga de objetos más o menos pesados y voluminosos, para servir de ayuda a un remolque, o para la acción de “espiar” el barco, por medio de “espías”, que en náutica son los cabos que sirven para mover una embarcación, dándolo a un muelle, boya o a algún objeto fijo.

Estopor

 Esta maniobra de “espiar”, una de las más interesantes de las que he usado, se emplea con frecuencia por las embarcaciones de vela para entrar o salir de un puerto, cuando el viento no les da para hacerlo, y no hay, o no se quiere utilizar un remolcador, También se usa para navegar a lo largo de un canal u otro lugar muy restringido, o para ascender contra la corriente de un rio, como fue en nuestro caso.

Lo más sencillo en la maniobra de espiarse, consistió simplemente en largar o “tender la espía”, haciéndola firme, para ello, a un muerto, argolla de tierra ( en nuestro caso fue el tronco de un árbol)), ancla o anclote fondeado con ese fin, y tras pasarla por proa, cobrarla e ir introduciéndola a bordo por medio del cabestrante o del chigre, si el barco lo tiene, para  una vez llegado al lugar donde ha sido amarrada la espía, cobrarla y repetir la maniobra tantas veces como haga falta.

                                                               
                                                                Molinete eléctrico de fondeo

 Antiguamente se hacía mediante una fila de hombres que, mano sobre mano, halaban de ella, caminando por la cubierta si esta era lo suficientemente espaciosa.

En otros casos, cuando el viento no entra de la dirección deseada para mover el barco. y hay peligro real de abordar cualquier obstáculo al aproarse al viento, además de la espía se usan otros cabos, dos para las amuras y dos para la aletas, que controlando los desplazamientos que pudiera tener, que dejan al patrón dueño de los movimientos del buque.

Whinche

Una vez aclarada la maniobra, solo queda relajarse y descansar.

Buena Mar y hasta la vista amigos

Fernando Suárez Cué

 

 
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