martes, 17 de enero de 2012

Aclaraciones a mis amigos - (La vida en la mar...¿Es bella?)

Si hay algo, que me ha alegrado, es el saber que estos artículos que os dedico, no solo se leen, sino que además se comentan y critican cuando hay algo que no parece ser totalmente cierto. Y eso precisamente es lo que me ha ocurrido este verano cuando dos amigos, en diferentes momentos, me comentaron que el escrito que se editó en El Oriente el pasado día 6 de Julio del presente año, sobre “ La vida en la mar...” determinaba la palabra castillo como una construcción naval situada en la popa del buque, cosa que no les parecía correcta, pues mientras uno decía que esa zona era el Alcázar,  el otro defendía que a esa zona se la denominaba Toldilla.

Pues bien amigos ...¡Tenéis razón! ... Pero hasta cierto punto, ya que lo peor que puede ocurrir en un debate es que todas las partes tengan sus razones... ¡Y me explico!.

Lo primero que me vais a dejar hacer, es el transcribir las definiciones, que sobre estas palabras que nos ocupan, aparecen en la “Enciclopedia General del Mar”.

Empezamos con el Alcázar, como la parte de la cubierta alta, entre el palo mayor y la entrada de la cámara ó chupeta en las embarcaciones que la tienen, y hasta el coronamiento en la demás. Era el lugar donde solían montar guardia los oficiales.

Continuamos con el Castillo, que se define como la estructura por encima de la cubierta superior, desde el trinquete, o algo más a proa, hasta la roda.
Thomé Cano en su “Arte para fabricar, fortificar y aparejar naos de guerra y merchantes” (Sevilla, 1611), dice que es el ... “compartimento en la proa, desde la amura al árbol de trinquete, para abrigo de la gente”.
Hoy día en que abundan los buques de cubierta corrida, se entiende también por castillo, la parte de la cubierta superior, desde el trinquete o lugar que le correspondería de llevarlo, hasta la roda.

Para finalizar, diré que la Toldilla,  en los antiguos veleros, era la cubierta que servia de techo a la cámara alta o del Alcázar, y se extendía desde el palo de mesana, o mas a popa, hasta el coronamiento de esta.
Actualmente, en los buques de guerra, entre los que posiblemente podríamos incluir, como gran velero, al Buque Escuela de la Armada Española “Juan Sebastián Elcano”, se conoce por Toldilla a un trozo de la cubierta superior de popa, y en los buques mercantes, es la construcción situada a popa sobre la cubierta superior, que va de banda a banda del buque y cuya eslora puede alcanzar hasta el mamparo transversal de la primera bodega, contando siempre a partir de la popa.
Por cierto, al marinero encargado de mantener bien arranchada y en buen estado de policía la toldilla, se le denominaba toldillero.

No debemos confundir la Toldilla con el TOLDO ( A mi me ha pasado ... ¿Verdad Paco? ), ya que esta palabra que nos viene del germánico teld – que quiere decir cubierta – en su acepción mas común, se dice de los de lona, loneta o brin (tela de cáñamo ligera y flexible), que para resguardar del sol se ponen en diversas partes del buque, extendiéndose su uso también a las embarcaciones menores.
Reciben el nombre del lugar donde se colocan, como toldo del castillo, del combes, del alcázar, de popa, del puente, de la cubierta de botes, ... etc.
Se les arma relingados y con ollaos (ojetes), para amarrar a los cables que se mantienen a la altura conveniente por medio de candeleros. Cuando los toldos son muy grandes, son aguantados por una o varias cumbres de madera o hierro.

Espero que hasta aquí estemos todos de acuerdo,  y de no ser así, propongo como “arbitro u hombre bueno”, y si no tiene inconveniente pues no deja de ser un compromiso,  al Capitán de la Marina Mercante D. Angel Zubizarreta, que por cierto,  aparte de tener una cultura bastísima, da gusto escucharle cuando habla de sus experiencias y conocimientos ... ¡Gracias Dn. Angel!

Visto todo lo anteriormente expuesto, quiero decir que aunque todos desarrollan su vida en la mar y emplean los mismos o parecidos instrumentos y construcciones, existen ciertas diferencias en denominarlos, ya sean empleados por la Marina de Guerra, la Marina Mercante o la Flota Pesquera, y muchas mas diferencias nos encontraremos si nos fijamos en las antiguas formas medievales.

Sirvan tres ejemplos de palabras caídas en desuso, aunque han dejado una buena estela. Una puede ser BUCO por CASCO. Otra puede ser  LEME por TIMÓN. De esta última aparece la palabra limera, que es la abertura practicada en la bovedilla de popa de un buque y sobre el codaste para el paso del eje del timón. Es una corrupción de la voz lemera, derivada de leme, timón.
La última palabra puede ser PAVES por ESCUDO. De esta voz, y de la costumbre de colocar los escudos a las bandas del buque como adorno, que era realmente empavesar, extiéndese luego la aplicación de esta voz al engalanado con banderas. Es el empavesado.

Y ahora lo que yo quería comentaros. Durante los siglos XIII,  XIV, XV y XVI, si nos fijamos en los buques de la época, como por ejemplo pueden ser la COCA, el KRAECK (Carraca) y mas tarde la NAO, que por ser barcos mercantes, pero con cierto armamento para defenderse de los que pudiesen desear sus mercancías, portaban, tanto a proa como a popa, verdaderos castillos de defensa. En grabados y dibujos de la época, como puede ser el que aparece en el Sello de Ipswick (posterior al 1200), una miniatura en un manuscrito, que se dice fue redactado por los Cruzados en el puerto de Acre (Palestina), para la reina Leonor de Castilla (1279). La Nao de Mataró, modelo de nave que encontrándose colgado durante varios cientos de años en la  Ermita de San Simón de Mataró, ciudad costera muy cerca de Barcelona, y  hecho a mediados del siglo XV (1450), salió de España y a través de muchas manos fue a Ámerica y posteriormente a Inglaterra, para encontrarse finalmente hoy en día, puesto en una vitrina del Maritiem Museum Prins Hendrik, de Rotterdam, en un largo y en muchos aspectos oscuro periplo, que no viene en estos momento a cuento explicar. El Sello de Louis de Bourbon (1466), y en fin,  otros muchísimos mas, aparecen representados en todos ellos, y bajo formas distintas, unas naves en que sus castillos, tanto el de proa, como el de popa, están construidas sobre columnas y arcadas, encontrándose hasta almenados, o sea, portaban estructuras lo mas parecidas a verdaderas torres de defensa, en las que colocaban arqueros, ballesteros y honderos, con el fin de defender la embarcación que les portaba. Posteriormente llegaron a armar en estos castillos armas de fuego, como falconetes y espindargas. Es mas, pocas personas son las que se han fijado en que existió un tercer castillo, como aparece reflejado en el llamado sello de la nave de Sandwich, o en la Carraca del maestro flamenco conocido por W.A., en que aparece, el que podria denominarse castillo de  gavea, en lo alto del palo mayor,  armado con venablos , ballestas , inclusive con algún falconete. Posteriormente a la gavea se le denominó cofa.

Los Castillos, acostumbraban a tener dos cubiertas (existiendo en algunas ocasiones hasta tres), , el de popa rodeado por un balcón o galería de combate, el bellatorium, que también servia de esparcimiento a las personas alojadas en esta parte noble de la nao.



Ahora,  si nos dirigimos al Diario de Colón -el de su primer viaje -  y en las citas marcadas correspondientes al día 11 de Octubre de 1492, podemos leer ....”Puesto que el Almirante a las diez de la noche estando en el castillo de popa, vido lumbre ... rogó y amonestolos el Almirante que hicieran buena guardia al castillo de proa”.

Otra nota sobre este mismo tema, y siguiendo en el Diario de Colon, podemos leer en las citas del 18 de Diciembre de 1492, en el relato que se hace Fray Bartolomé de Las Casas sobre la visita a la nao Santa María, por el reyezuelo de “La Española” lo siguiente... “Él (el reyezuelo),  así como entró en la nao, halló questaba (Colón) comiendo a la mesa debajo del castillo de popa, y él a buen andar se vino a sentar a par de mi, y no me quiso dar lugar a que yo comiese...”.

Y con esto acabo, amigos Paco y José, no quiero “davos mas la lata”, pues en realidad estabamos todos defendiendo lo mismo y todos con la misma razón, solo que no nos dimos cuenta que nuestras posiciones estaban separadas por mas de siete siglos de nomenclatura en la Historia Naval.

                                                                                 Con todo mi afecto
                                                                                         Fernando
                             
                                                                   Barcelona, a 11 de Setiembre de 2001



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