viernes, 29 de marzo de 2013

Seamos limpios


- F :  Queridos amigos, vaya por delante mi confesión, de que yo no soy , lo que podríamos llamar un ecologista puro,  y digo esto, para que se entienda, que aunque hay cosas que duelen, es verdad que mancan mas  cuando ocurren en personas o lugares, a los que se siente uno intimamente ligado.

           

            Esto viene a cuento, porque estaba recordando las muchas e inigualables horas que he pasado en la mar, frente a las Costas de Llanes, y dejando a un lado (cosa muy dificil de conseguir), la belleza y la paz de espíritu que conllevan el encontrarse en esa situación, empiezas a perder buena parte de esa alegria, cuando tu mente te presenta otra serie de fotografias, que nada tienen que ver con esa imagen ideal y que avisan de lo ingratos, déspotas e irresponsables que somos con ese ambiente, al que gracias a Dios, estamos capacitados para acceder.

 

            ¡Y vamos a ponernos serios!. Dentro de unos dias, nos encontraremos en plenas vacaciones de Semana Santa y veremos como, tanto forasteros como residentes, tanto “sirios como troyanos”, nos concentraremos sobre las riberas de esa  llagrimina de Dios, con todas las necesidades, vicios, y porque no decirlo, todas las miserias que por desgracia ocupan una parte importante de nuestro vagaje de desplazamiento. Pero no seamos pesimistas, también en nuestras maletas llevamos, alegrias, ilusiones, sueños y cariño para los amigos.

 

            No creo que sea necesario el recordar a nuestras gentes de la mar, las cosas que comporta el estar en ella, pués esta carta va sobretodo dirigida a los que llegamos como si todo el monte fuera orégano, y empezamos a actuar  como si quisiéramos hacer de nuestra capa un sallo.

 

            Realmente, tal y como me explico, no me extraña que no me entendais. ¡A ver si lo consigo!.

 

            Hay un Convenio Internacional, que entiende por BASURAS, toda clase de restos de víveres (salvo el pescado fresco o restos del mismo), así como los residuos resultantes de las faenas domésticas, y trabajos rutinarios a bordo de una embarcación en condiciones normales de servicio. Esta obligación de prevenir la contaminación por BASURAS es obligatoria y se tiene que aplicar en todos los buques, desde la  XANA  (mira que llamarle buque a la XANA), hasta el JUAN SEBASTIAN EL CANO ( ese si lo es).

 

            ¿Cuantas veces se nos ha “empachado” un aparejo de pesca (por ejemplo estando a calamares) y ya desesperados, lo “picamos”, con el resultado de que muchas veces, eso lo he visto yo, esos 5, 10 ó 50 metros sobrantes van a la mar?. Ese material , amigos, es practicamente INDESTRUCTIBLE, y va a estar navegando por esos mares, muchos años después de que nosotros dejemos este pícaro mundo

 

            Creo que no cuesta nada,  llevar a bordo una bolsa, que cuando se encuentre llena de todos los desperdicios que ha ocasionado una maravillosa tarde en la mar, la llevemos a tierra y la dejemos en cualquiera de esos contenedores de basura que tenemos en la Villa.. Pero hay cosas muy curiosas. Por ejemplo, hay quién después de una fructífera tarde de pesca, llega a casa, limpia el pescado y metiendo los desperdicios en la bolsa de la basura, lo deja en el contenedor. Hasta aquí correcto, pero no os cuento, si por el medio hay un fin de semana y le da el sol al contenedor. Termina oliendo a demonios, con gran alegria de propios y extraños.

 

            Es mas facil, limpiar el pescado en la lancha, y lanzar los despojos a la mar. Eso está permitido, sobre todo por los peces y los patelos que lo aprovechen, y además porque tendremos el agradecimiento (aunque ellos no lo sepan), de nuestros vecinos ¡Vamos , digo yo!.

 

            Recordemos que está TOTALMENTE PROHIBIDO echar a la mar cualquier tipo de aceites minerales, combustibles y  materias plásticas, y como sobre estas ultimas no deseo aburriros haciendo una lista exaustiva, podemos pensar en las bolsas, en la cabulleria, y en las redes y aparejos de pesca de fibra sintética.

 

            NUNCA A MENOS DE 25 MILLAS naúticas de la linea de costa, debemos echar a la mar tablas, forros de estibas y materiales de embalajes que puedan flotar, ya que cerca de la costa pueden ser peligrosos para las embarcaciones de pequeña eslora y para las élices de todas, grandes y pequeñas.

 

            A MENOS DE 12 MILLAS naúticas no debemos echar nunca restos de comidas,  productos de papel, trapos, vidrios, metales, botellas, loza doméstica  o cualquier otro desecho por el estilo.

 

            Ahora bién, tendremos la oportunidad de echar a la mar, todos estos materiales, citados en el párrafo anterior ( si, los de las 12 millas),  A PARTIR DE LAS 3 MILLAS de la linea de costa, si previamente las hemos desmenuzado o triturado, entendiéndose por materiales triturados, aquellos que puedan pasar por  mallas o cribas de 25 m/m. ... ¿ Pero quién lleva a bordo una malla de 25 m/m.? ¡Yo no! ... Y no creo que nadie la lleve, por lo cual lo mejor debe ser actuar sobre las 12 millas,  o la bolsa de basura.  ¡En fin sigamos!.

 

            Solamente existe una posibilidad de que el Reglamento, nos permita echar por la borda cualquier cosa y a cualquier distancia de la costa, si yo no estoy muy equivocado, y es cuando tenemos que emplear el llamado ECHAZÓN., pués en si mismo, el ECHAZÓN, es arrojar a la mar parte del cargamento del buque, y ampliando este concepto, podemos decir que ECHAZÓN, es arrojar a la mar los efectos necesarios para aligerar el barco, ya pertenezcan al cargamento en sí, como al barco o a la tripulación. Esta medida, solo se tomará, en el caso de que corra peligro la salvaguarda de la embarcación y  su tripulación.  Su puesta en acción, será ordenada unica y exclusivamente por el patrón.

 

            Antes de echar, sopesar, y después de sopesado, no hay nada que deba ser lanzado.  (Este refrán no se si será bueno o malo, ... pero me lo acabo de inventar).

           

           

 

           

 

 

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