miércoles, 3 de agosto de 2022

Anguilas

 

Anguilas

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Anguila

 ¿Cuántas veces habremos estado en el pozón que la marea formaba debajo de la “morrona” de la dársena, o bajo el que había debajo de la Compuerta, o bajo la Rula, o a lo largo de los muelles del puerto interior, intentando sacar anguilas, tanto con anzuelo como con “merucadas”? Por lo menos yo, “cienes y cienes” de veces.

La palabra “anguila” proviene del latín “anguilla” y esta, a su vez, de “anguis” (serpiente)

Este animal, es un pez de cuerpo alargado que suele medir alrededor de 70 cm, aunque puede llegar a alcanzar los 2 metros. Las hembras suelen ser de mayor tamaño que los machos. Tienen la piel recubierta de una secreción mucosa que las hace muy escurridizas, dándoles su característica más conocida (¡mas “escurridizu” que una anguila), además de que les sirven xde protección, pues las escamas que son microscópicas. Normalmente viven 8 años los machos y 12 las hembras.

Tras la cabeza tienen dos aletas de pequeño tamaño. El dorso es pardo verdoso, casi negro; el vientre es blanco y amarillento.

"Leptocefalos", la curiosa forma larvaria de algunos peces

 Viven en aguas dulces, aguas marinas y aguas salobres. Algunas especies de anguila son “catádromas” (emigran del agua dulce a la Mar para desovar), al revés que el salmón que es “anádromo” (emigra de la Mar al agua dulce para desovar). Se cree que el desove se lleva a cabo a finales de invierno, aunque dichos desoves no han podido ser observados. Las larva que emerge de la eclosión, denominada ”leptocéfalo” (del griego “lepto” = delgado y “kephal” = cabeza), es aplanada y transparente, y arrastrada por las corrientes del Golfo y del Atlántico Norte cruzan este océano hasta alcanzar los estuarios en las costas de Europa y el norte de África, donde se metamorfosean en angulas. Las angulas pueden asentarse por algún tiempo en el estuario antes de abandonar las aguas salobres para iniciar la migración ascendente por los ríos, pigmentándose para convertirse en anguilas amarillas (de color verde oliva oscuro con el abdomen de color amarillento).

El caso más llamativo lo representa la anguila europea (Anguilla anguilla), cuyos lugares para el desove están situados en el Mar de los Sargazos (a 2.800 millas de la Península Ibérica), lugar elegido por esta especie para la cría desde hace 140 millones de años.

Todo el proceso se lleva a cabo a unos 500 metros de profundidad y a una temperatura de 15 °C. Los huevos depositados eclosionan a los pocos días, naciendo, como ya hemos dicho los llamados “leptocéfalos” (curiosa forma larvaria de algunos peces), de un tamaño inferior a la cabeza de un alfiler. Inmediatamente después del nacimiento, movidos más por las “Corriente del Golfo” que, por sus propios medios, los individuos inician la asombrosa migración de vuelta hasta los cauces fluviales desde donde partieron sus madres. Durante dicha migración muere gran cantidad de individuos, pero las puestas son mucho más numerosas (9.000.000 de huevos por hembra), permitiendo de este modo el reemplazo generacional. Tras un plazo de dos a cuatro años llegan a la desembocadura de los cauces, y al contacto con el agua menos salina, sufren una metamorfosis que los transforma en anguilas. Se alimenta de larvas de insectos, gusanos, crustáceos, moluscos, peces pequeños. Es una especie omnívora.

Anguila "lobo"

 Los ejemplares en la madurez reproductiva (de 8 a 10 años en las hembras y 4 en los machos) realizan un recorrido de más de 4.000 km para llegar hasta allí tras unos ocho meses, partiendo de los cauces fluviales de Europa occidental y Norteamérica. Una vez allí, machos y hembras se aparean, desovan y, finalmente, mueren.

Están distribuidas por la mayor parte de las aguas tropicales y templadas excepto en el este del Pacífico y sur del Atlántico.​

Su historia es de alta longevidad, ya que aparecen por primera vez en el registro fósil en el Mioceno superior, durante el Terciario, hace veintitrés millones de años.

Son tan sumamente particulares, que, aunque en la Mar hay otras especies parecidas por sus presencias serpentiformes como la morena, o el congrio, son ellas las que les prestan su nombre a otros peces como la extraña “anguila lobo”, o el muy ancestral “tiburón anguila”.

Las anguilas son peces solitarios y territoriales en el que cada individuo tiene su propio refugio ((he contemplado peleas entre ellas por el dominio de un ·pocín” en la Ria, y os puedo afirmar que son terribles), pero las concentraciones que algunas veces aparecen responden a congregaciones forzadas que nada tiene que ver con una estructura social organizada en grupo. Están activas principalmente durante la noche, cuando buscan sus presas, ya que dotada de un gran olfato, busca sus alimentos en el fondo del mar o de los ríos. Es una especie omnívora que se alimenta principalmente de invertebrados bentónicos y peces pequeños.

Tiburón anguila

 Podemos decir, que, en nuestros ríos, todavía podemos contar con una buena presencia, ya que la mayoría de población ha sufrido un importante declive en los últimos años al igual que en el resto de Europa, ya que la construcción de grandes presas a partir de 1960, ha provocado su desaparición de la mayor parte de las cuencas interiores de la Península Ibérica, quedando las actuales poblaciones relegadas a las franjas costeras, entre las, como ya hemos dicho, se encuentra la nuestra, y aunque no está en peligro de extinción, si está sufriendo un claro declive poblacional y ya se encuentra fuera de los límites biológicos de seguridad, por lo que es declarada como especie “vulnerable”

La actual área de distribución de la anguila en la Península Ibérica abarca menos del 20% de los cursos de agua que ocupaba originalmente.

Durante los últimos años, la anguila se ha popularizado en la alta cocina, por lo que es relativamente fácil de encontrar en muchos restaurantes con estrella Michelin.

En la cocina popular del Delta del Ebro, se consume como “Suc d’Anguiles” (caldo de anguilas), y como plato muy demandado tenemos el “All y pebre de anguila” (ajo y pimentón), muy apreciado por ser “un manjar de agua dulce”, y es común encontrarlo en la cocina típica, especialmente en los guisos tradicionales.

La anguila ahumada es otro modo de consumir este pescado, de gran demanda en toda Europa por su suave y cremosa textura.

 

"Suc d’anguiles" del Delta

"All i pebre de anguila" del Delta 

Ración de angulas

 Para terminar, y aunque se levanten de sus tumbas los huesos de todos los grandes gastrónomos que en la historia han sido, y de aquellos que todavía gozan de buena salud, como yo soy una persona simple y de paladar algo primitivo (estoy seguro de que me acusaran de eso), prefiero unos buenos bocartes fritos, o un chicharro a la espalda que unas angulas, que, si no fuera por el aceite el ajo y la guindilla, a mí personalmente no me sabrían a nada.

¿A vosotros sí?

Buena Mar y hasta la vista amigos

Fernando Suárez Cué

 

2 Comentarios

  1. Fernando Suárez Cué 

En efecto D. Lucca, solamente fritas están exquisitas, pues quedan crujientes y además muy melosas. Un saludo.

2.    Lucca Brasi 

3.    Simplemente fritas, he comido buenas anguilas.

 

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