Cabo de “Las Agujas”
-F: Pues sí, y no es para menos,
porque venía pensando en la conversación mantenida con unos grandes amigos como
son Maiche Perela y Valentín Orejas, y que partiendo de dicha conversación, se
me ocurrió que podíamos echar abajo un mito, en el que creen casi todas las
personas que conozco, y que si la estudias un poquitín es totalmente
equivocada.
-R: ¿A qué te refieres?
-F: Me refiero a cabos y faros, pues
tanto a ellos como a mí nos encantan estos accidentes geográficos y los
sistemas de señales situados en algunos de ellos.
-R: Pero… ¿Qué dices?
-F: Nada hombre, que no estoy muy
seguro de Valentín, aunque es verdad que tiene unas fotos preciosas sobre estos
temas, pero del resto de la tropa…
¡Home! Si hasta queríamos haber sido
fareros.
-R: Pero vamos a ver mi críu… ¿Que
nos estas contando?… A ver si te centras Fernandín del alma.
-F: ¡Vale, me centro! A ver, dime…
¿Cuál crees tú que es el punto más Meridional del Continente Africano?
-R: Pues, el “Cabo de Buena
Esperanza”.
-F: Pues me parece muy bien que lo
creas, pero no es cierto.
-R: ¿A no?… ¿Entonces, cual crees tú
qué es?
-F: Pues es el denominado “Cabo de
las Agujas”
-R: ¿Estás seguro de ello? Mira que
siempre tuvimos el “Buena Esperanza”, como la punta más al Sur de África.
-F: Y tan seguro, y ahora te lo
explico.
-F: De hecho, el cabo de Buena
Esperanza no es el límite meridional del continente africano. El título le
corresponde en realidad al “Cabo de las Agujas” (Cabo das Agulhas, en
portugués), nombre que le dieron los marineros portugueses debido a las muchas
escolleras, finas y afiladas que encontraron y que estuvieron a punto de
hacerlos naufragar.
En el siglo XV, cuando navegar por
el Mediterráneo para ir a Oriente en busca sedas y especias era muy peligroso
debido a los ataques de los barcos del imperio Otomano y de los piratas
berberiscos, los portugueses buscaron una ruta alternativa para llegar a las
Indias Orientales.
Bordeando la costa africana, el
navegante portugués Bartolomé Díaz llegó al actual cabo de Buena Esperanza en
el año 1488. En un primer momento se llamó Cabo de las Tormentas, ya os podéis
imaginar por qué (vientos de 40 nudos y olas de 10 m. es como para llamarle
así… ¿No?), pero posteriormente, y siguiendo una idea de su rey Juan II de
Portugal, le dio su nombre actual, ya que tenía la esperanza de encontrar un
buen paso que le llevara hacia las Indias. El 1497, el gran Vasco de Gama lo
dobló por primera vez en su búsqueda de la ruta hacia las Indias, descubriendo
que pasando este cabo, uno de los extremos más meridionales del continente
africano, se podía seguir navegando hacia el Este, hacia la India. Durante
muchos años, los navegantes temieron no encontrar una posible ruta marítima que
llegara hasta dicho lugar, por lo que denominaron, tal como había indicado su
rey, como el Cabo de Buena Esperanza, (en portugués, “Cabo da Boa Esperança”).
También se cuenta, que el nombre de
Cabo de las Agujas, se lo dio el citado Vasco de Gama, al descubrirse que en
ese punto la declinación magnética era nula y por tanto las agujas de los
compases (brújulas) apuntaban exactamente al norte geográfico. De hecho es que
en este lugar la aguja de la brújula muestra una desviación de 26 grados entre
el norte verdadero y el norte magnético.
-C: Históricamente es interesante
eso que cuentas, pero… ¿Por qué dices que el Cabo de Buena Esperanza no es el
punto geográfico de África que está más al Sur?
-F: Pues verás, si te diriges a una
carta de la zona, te encuentras con que el Cabo de Buena esperanza se encuentra
en las coordenadas
Longitud: E 18°28’21.54″ Latitud: S
34°21’30.96″
Mientras el Cabo de las Agujas, se
encuentra en las coordenadas
Longitud: E 20º 00´09” Latitud: S
34° 50′ 00″ S –
Por lo que podemos comprobar que
este último, el cabo de las Agujas, se encuentra a una distancia de aproximadamente
de 80,99 millas náuticas al sur del Cabo de Buena esperanza, o lo que es lo
mismo a unos 150 km. “más abajo”.
-T: Ese cabo debe de tener un faro
importante ¿No?
-F: El Faro de Cabo de las Agujas
(en Cape Agulhas Lighthouse, en inglés y en Kaap Agulhasvuurtoring, en
afrikaans) está situado en el 170 km al sureste de Ciudad del Cabo, y es el
segundo faro en servicio más antiguo de Sudáfrica, después del faro de Green
Point en Ciudad del Cabo. Marcando el punto más meridional del continente
africano y donde, a efectos hidrográficos, esta singularidad meridional lo
convierte en el punto de intersección entre los Océanos Índico y Atlántico.
Esta singularidad meridional lo convierte en el punto de intersección entre los
Océanos Índico y Atlántico.
Este famoso faro, es una torre
troncocónica de color rojo con una banda horizontal blanca a la mitad de su
altura, y junto a un edificio de una planta rematado por dos torrecillas en sus
extremos. Emite un destello de luz blanca cada 5 segundos y tiene un alcance de
30 millas náuticas. Es el segundo faro en servicio más antiguo de Sudáfrica,
después del faro de Green Point en Ciudad del Cabo.
Entró en servicio en 1849. Debido al
deterioro de la piedra arenisca con la que estaba construido que ponía en
riesgo la estabilidad del faro, en 1968 fue desactivado y construida una torre
de aluminio a su lado en su sustitución. Los trabajos de restauración duraron
hasta 1988 en que pudo volver a ponerse en servicio. Tanto el lugar del faro como
la torre están abiertos al público.
-T: ¡Concho petaca! Que ilustrau
eres, y cuantas cosas sabes.
-F: Totalmente de acuerdo, pero no
le digas a nadie que me he enterado, porque acabo de leerlo.
-T: Soy una tumba, pero continúa.
-F: Como curiosidad histórica, puedo
contaros que en 1651 la Compañía de las Indias Orientales, le encomendó el
marino holandés Jan van Riebeeck instalara y se hiciera cargo del comando de un
campamente, que sirviera como un asentimiento neerlandés inicial en la futura
Sudáfrica. Desembarcó con sus cinco barcos (Reijer, Dromedaris, Goede Hoop,
Oliphant y Walvisch), y se instalo el 6 de abril de 1652, fortificando el lugar
como estación de abastecimiento para las rutas comerciales de la Compañía,
entre los Países Bajos y las Indias Orientales. Ese primitivo campamento, fue
el embrión de la que hoy en día es La Ciudad del Cabo, capital de la República
de Sudáfrica.
-T: O sea, que de toda esta historia
podemos sacar el que nos tenían engañados con el famoso cabo.
-F: Tampoco es que sea cierto, pues
si te has fijado, cuando desde Llanes salimos a la Mar y nos separamos varias
millas en dirección Norte, el Cordal del Cuera se va haciendo cada vez mas
chiquitín hasta casi desaparecer, ante la majestuosa presencia de los Picos de
Europa que aparecen por detrás.
-C: Si, eso sí es verdad.
-F: Pues bien, eso pasa con el Cabo
de las Agujas, que casi desaparece de la vista ante la gran masa que presenta a
la Mar el cabo de Buena Esperanza, y toda la alta costa que le redea.
Y ahora la última historia que os
cuento, la de “Los tres anillos”. ¿Sabéis el porqué los antiguos marinos se
ponían aros en las orejas?
-R: Para estar más guapos.
-T: ¡Calla demoniu!… ¿Por qué?
-F: El nombre de Los Grandes Cabos,
es el nombre que reciben en la navegación los tres principales cabos australes
de la ruta marítima a través del Océano Austral: el Cabo das Agulhas en el Sur
de África (aunque muchas veces se le sustituye por el de Buena Esperanza), el
Cabo Leeuwin (extremo meridional de Australia) y el Cabo de Hornos (en el
extremo austral de Chile).
Hay otros dos, como son el cabo
Sudeste en Tasmania y el cabo Sudoeste, en el extremo de la isla Stewart, en
Nueva Zelanda, que son incluidos ocasionalmente, y aunque no nos interesen en
este caso para lo que voy a contaros, como hitos importantes de la
circunnavegación a vela., y que era la ruta tradicional de los grandes buques
mercantes, por ejemplo los clippers, que seguían los vientos llamados «los
cuarenta rugientes» en la latitud 40º S, y más abajo, hacia la latitud 50º S,
aparecían los denominados “los cincuenta bramantes” todos ellos al sur de
dichos cabos, lo que era particularmente peligroso para la mayoría de estas
naves, pero que iban en busca de ellos por su continua potencia, ya que no
había ninguna tierra que les cortara el paso, con el fin de hacer más cortos
los viajes al conseguir mayores velocidades.
Pues bien, según una antigua
tradición marinera, los navegantes que los habían doblado alguno de esos cabos,
se podían poner un anillo de plata en su oreja. Una vez superados los tres
cabos y por lo tanto luciendo los tres anillos, podían cambiarlos por uno de
oro, y a partir de entonces y por demostrar el haber cumplido esta gesta,
tenían los siguientes derechos: poder estar sentados y cubiertos delante del
capitán, y poder poner los pies encima de su mesa; permanecer de pie ante los
reyes y orinar contra el viento.
Como dijo Bernard Moitessier en su
novela “El largo viaje”:
“Pues la geografía de un marino no
es siempre la del cartógrafo, para quien un cabo es un cabo, con su latitud y
su longitud. Para el marino, un gran cabo representa a la vez un conjunto muy
simple y a la vez extremadamente complicado de arrecifes, corrientes, fuertes
mares y grandes olas, vientos suaves y vendavales, alegrías y miedos, fatiga,
sueños, manos doloridas, estómagos vacíos, momentos maravillosos y algunos de
sufrimiento.
Un gran cabo, para nosotros, no
puede ser expresado solamente por su latitud y su longitud. Un gran cabo tiene
su alma, con suaves y violentos colores y sombras. Un alma tan suave como la de
un niño y tan violenta como la de un criminal. Y por eso se va allí.”
-C: Pues va a ser verdad eso de que
nunca te acostarás sin aprender una cosa más.
-T: O sea que todos esos que se
colocan pendientes en las orejas… ¿Quiere decir que…?
-R: Venga chavalones… ¿Marchamos
para La Barra?
-T: ¡Marchamos!
-F: A la vuelta pasaré por el
Balamu, que me espera un esplendido pinchu de tortilla en compañía de quien yo
me se.
-R: ¿Quién?
-F: ¡Si home si!...¡Ahora mismín te lo
digo!
Buena Mar y hasta la vista
Fernando Suárez Cué
1 Comentario
Como absoluto fan de los
faros y cabos, …. que son un constante destino de mi moto… Me ha encantado el
artículo…. ¡¡¡Muchas gracias!!!
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